­Hay que remontarse 13 años atrás, hasta 2003, para hallar un grado de optimismo similar al que han transmitido este año los empresarios de la Petita i Mitjana Empresa d´Eivissa i Formentera (Pimeef) en la encuesta anual de actividad, efectuada en enero y febrero entre 291 asociados, con un margen de error del 4,5%, de todos los municipios y sectores. Las expectativas de cara a este año son ligeramente menos optimistas (el 59,4% cree que será igual y el 33% mejor) que las registradas el año pasado debido, según la secretaria de la Pimeef, Ángeles Marí, a que 2015 ya fue «muy bueno».

Seis de cada diez encuestados aseguraron que el resultado de la actividad en sus negocios durante el año pasado fue bueno (53,6%) o muy bueno (5,8%), cuando en 2004 fue del 44,1 y 3,7%, respectivamente. En 2003, algunos años antes del inicio de la crisis, el 52,7% de los empresarios indicaba que la actividad había sido buena y el 4,6% muy buena. El primer registro que supera el buen resultado de este año data de 2001, cuando el 55,3% de los empresarios decía que el balance había sido bueno y el 9,5%, muy bueno.

Paradójicamente, los datos que confirman «la bonanza» económica del año pasado, según el presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, contrastan con la percepción que tienen los empresarios sobre el final de la crisis económica: el 48,3% asegura que no se ha superado el bache económico iniciado hace casi 10 años, cuando en 2014 aseguraba lo mismo el 35,8%. Ahora, el 20% considera que se puede dar por finiquitada la crisis, tres puntos menos que el año anterior. El presidente de la Pimeef reconoció ayer, en la presentación de los resultados de la encuesta, que no tiene ninguna explicación a este hecho. A la espera de que los resultados se analicen con las distintas juntas directivas de la Pimeef, Rojo apuntó la posibilidad de que se deba a «la incertidumbre política actual» en torno a las dificultades para que se constituya un nuevo Gobierno en España.

Aumento en las ventas. El 52,2% de los encuestados afirma que en 2015 aumentaron sus ventas (45,7% en 2014) y un 8,6% que disminuyeron, casi 10 puntos menos que en el anterior (18,7%). Por segundo año consecutivo hay más empresarios que manifiestan haber subido sus ingresos de los que afirman que se han reducido. Para encontrar un año similar hay que remontarse a 2006. Por sectores, el 61,5% de los comerciantes (53,1% en 2014) asegura que han aumentado sus ventas y solo el 6,2% (17,3% en 2014) que han bajado. El incremento más significativo se produce en el área que engloba industria, transporte y construcción, que pasa del 34,6% de empresarios que decía en 2014 que habían aumentado sus ingresos al 50% del año pasado. Del mismo modo, solo el 11,4% apunta haber visto menguadas sus cajas, 18 puntos menos que en el año anterior.

«No todo son beneficios». El presidente de la Pimeef advirtió de que pese a que el resultado de la encuesta demuestra que «las cosas se están haciendo bien» y que las pequeñas y medianas empresas «generan riqueza» en las islas, los datos «hay que cogerlos con pinzas», puesto que «no todo son beneficios». Hay que tener en cuenta, destacó Rojo, que la estacionalidad de la actividad es «muy grande».

Incremento de las inversiones y las plantillas. Otro dato muy positivo para la Pimeef concierne a las inversiones ejecutadas en las empresas. El 73,7% de los encuestados sostiene haber hecho mejoras en sus negocios, y el 54,4% agrega, además, que ha obtenido resultados positivos por ello. En 2014, el 59,6% de los empresarios reconocía haber hecho algún tipo de inversión.

Asimismo, solo el 5,9% de los encuestados (el 10,8% en 2014) asegura haber reducido su plantilla de trabajadores. El 33,6% dice haberla aumentado (el 26% en 2014), mientras que de cara a este año, el 30% apuesta también por incrementarla (posiblemente), casi siete puntos más que la previsión expresada en la encuesta del año pasado. A la hora de decidir no contratar más empleados, el 48% asegura que el factor que condiciona esta decisión es el coste de la Seguridad Social y el 31,4% la falta de demanda.

Conciliación de la vida familiar y laboral. El 62,1% afirma haber tenido dificultades para encontrar personal adecuado (51% en 2014) y el 85,9% (casi igual que el año anterior) sostiene que adopta medidas para favorecer en su empresa la conciliación de la vida familiar y laboral. El presidente de la Pimeef destacó este dato, ya que se consigue, resaltó, «a base de tener los negocios menos horas abiertas». Las «grandes empresas», agregó, «no utilizan el mismo criterio», lo cual imposibilita aún más tratar de competir con ellas.

El problema del intrusismo sigue igual. Mientras el resultado de la actividad económica recogido en la encuesta invita al optimismo, la cruz de la moneda estriba en la competencia desleal. El 84,4% de los empresarios afirman sentirse afectados „poco (49,6%), bastante (23,33) o mucho (11,5%)„ por el intrusismo, un problema que se mantiene «en el tiempo» y que es «preocupante», según Marí.

El resultado de la encuesta es prácticamente el mismo que el registrado en los últimos años, lo que deja patente que «los empresarios no notan una mejoría». De hecho, el 74,3% de las personas consultadas consideran que la Administración no dedica suficientes medios materiales ni humanos para combatir este problema.

En todo caso, el presidente de la Pimeef señaló que la Administración «no da la espalda» a los empresarios en la lucha contra la competencia desleal, ya que, dijo, «hace demasiado con los medios de los que dispone». Acto seguido, Rojo señaló su obligación de ser «egoísta» y reivindicar «la máxima implicación» de las instituciones.

El presidente de la Pimeef en Formentera, Josep Mayans, destacó la necesidad de que el plan de inspecciones anunciado de cara al próximo verano se haga «puerta a puerta», y no a través de un listado previo. «Así se logrará controlar toda la oferta ilegal», señaló.

El intrusismo es el primer factor negativo que afecta a los negocios de las Pitiüses, seguido de los costes de contratación de personal.

Carencias en el destino turístico. Otro de los aspectos negativos de la encuesta es el grado de cumplimiento de las expectativas de los turistas. Una cuarta parte de los empresarios considera que no se alcanza el nivel esperado por los visitantes, lo cual supone que las islas aún tienen «muchas carencias como destino turístico».

Baja la seguridad ciudadana. Además la sensación sobre la seguridad ciudadana ha empeorado. El 26% de los encuestados consideran que es bajo (20,7%) o muy bajo (5,2%), cuando el año pasado el porcentaje que opinaban en este sentido se situaba casi en el 20%. En la encuesta de 2014 ningún empresario de Sant Joan dijo que la percepción que tenían sobre la seguridad era muy baja, y, en cambio, en la de este año se ha situado en el 25%. Ángeles Marí lo atribuye a la oleada de robos que se han producido en los últimos meses en casas aisladas en el campo.

Costes de insularidad. El 89% de los empresarios coinciden en el perjuicio que les causa los sobrecostes de la insularidad. El 53,5% sostiene que en julio y agosto la isla está saturada mientras que el 7,7% considera que esta afecta a cuestiones concretas, como el exceso de vehículos y plazas turísticas o el desborde de infraestructuras (depuradoras) o las playas, entre otras.