Apenas unos días después de presentar en el Club Diario ´Ibiza: la destrucción del paraíso´ (Ed. Balàfia Postals), el escritor y periodista de Diario de Ibiza Joan Lluís Ferrer publica otro libro, esta vez editado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) con el sugerente título ´Ibiza, la isla de los ricos´, que estará disponible en las librerías ibicencas en los próximos días.

La cita de Oscar Wilde ´dadme los lujos de la vida, que de las necesidades puedo prescindir´, es la puerta de entrada a este libro, estructurado como un reportaje largo en torno a los capítulos: ´Esloras de infarto. Los yates´, ´Lujo por los aires´, ´Comer a cuerpo de rey. Los restaurantes´, ´De suite en suite. Los hoteles´, ´Exhibirse al sol. Las playas´, ´La fiesta. Discotecas y casas´ y ´La otra cara de la moneda´.

«La UOC me encargó este libro, que forma parte de su colección Reportajes 360º, para abordar un sector específico del turismo de lujo en Ibiza», relata el autor, que ha enfocado el volumen como «una descripción general de hasta dónde llega el superlujo con cifras, lugares y personas concretas. Un retrato de este tipo de turismo», describe. Ferrer remarca que este sector ha experimentado un crecimiento espectacular en los últimos años. «Es como si hubiese sonado una alarma general diciendo: ´venid aquí que estamos todos´», dice.

En el apartado de los yates, deslumbran las cifras estratosféricas de costes, esloras, consumo de carburantes y riquezas de sus propietarios. «Son todo cifras superlativas», corrobora el autor.

En el capítulo de restaurantes la línea es similar: «Tenemos el restaurante más caro del mundo, el Sublimotion, que más que un restaurante es un fenómeno sociológico porque hay que pensar que las personas que van están dispuestas a gastarse un pastón solo por cenar en una misma mesa con desconocidos, que igual son unas bellísimas personas o unos plastas que te dan la noche. Hay que tener muchas ganas de ostentar», relata divertido.

En el apartado de los hoteles, el Ushuaïa ocupa unas cuantas líneas. «Más que un hotel es una discoteca al aire libre con habitaciones en las que lo de menos es dormir. Es un escaparate de derroche total», describe.

Por su parte, los beach clubs merecen un apartado propio. «Han pasado de ser lugares en los que te podías tomar un bullit de peix por cuatro duros en una playa virgen a una especie de escaparate del derroche con clientes a quienes de repente se les da por invitar a champán carísimo a todas las mesas del restaurante», relata.

Las casas de campo y sus fiestas centran otro de los capítulos del libro. «De casas de campo tienen poco, ya que la mayoría o muchas de ellas se han construido con la voluntad de servir de escenario para auténticos shows, el circo del lujo». Así, una de las conclusiones de Ferrer al escribir este libro-reportaje «es que todo esto no es más que una especie de circo, un festival al que vienen multimillonarios de todo tipo y con ´todo tipo´ quiero decir que tanto son narcotraficantes o huidos de la justicia como gente respetable que simplemente ha heredado mucho dinero», matiza.

Marineros vestidos de plátano

El libro, además de dejar con los ojos como platos a quien lo lea -incluso a los ibicencos que ya están acostumbrados a escuchar las excentricidades de los megarricos- incluye descripciones hilarantes como esta que hace de la llegada del yate de Stefano Gabbana al puerto de Ibiza: «La escena en el puerto de Ibiza no puede ser más estrambótica. Llega el yate de Gabbana y se prepara para la maniobra de atraque. Sobre el muelle deberían verse marineros listos para la operación, pero en su lugar se ven? ¡unos individuos disfrazados de plátano! Más allá hay otro vestido de pingüino y, a su lado, uno que se ha caracterizado de cerdo. Sí, son los marineros que, conocedores de las excentricidades de su cliente, se han prestado a recibirle de esa guisa». Al parecer al señor Gabbana le chiflan los disfraces.

«Este turismo tiene dos caras, como todo, la negativa y la positiva», explica Ferrer, que asegura que el libro en absoluto es o pretende ser una diatriba contra los ricos y sus peculiares formas de exhibición. «Eso sí, no obvio hechos como que el comedor de Cáritas de Vila tiene cada vez más usuarios, cuando a 200 metros de donde se ubica están amarrados yates con grifos de oro donde se descorchan botellas de 80.000 euros».

Ferrer prepara para la UOC otro libro: ´Viaje al turismo de borrachos en España´, «una inmersión en el turismo de vomitona en el que Sant Antoni tendrá un capítulo especial junto a localidades como Magalluf o Salou», avanza.