La Asociación de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Ibiza y Formentera (Affac), creada en 2004 para atender a personas con estas enfermedades y que cuenta con 230 socios (sobre todo mujeres) a los que ofrece servicios de fisioterapia, psicólogo y talleres, está a punto de desaparecer por falta de apoyo económico de las instituciones, especialmente del Consell. «La situación actual es crítica debido a problemas surgidos con la subvención concedida por el Consell en 2014», relatan desde la directiva que encabeza María Ruiz Porlan. Explican que realizaron la justificación de gastos de manera incorrecta y que por ese motivo, en lugar de recibir los 16.000 euros que les concedieron a priori, han recibido solo 8.000.

No comprenden cómo «por un mero problema burocrático» les dejan en esta dramática situación. «La asociación se siente desamparada ante las instituciones públicas y especialmente ante el Consell. La Ley, que para nosotros es taxativa, para ellos es permisiva a veces», denuncian y avanzan que antes de permitir la desaparición de la asociación debido a las deudas contraídas están intentando hacer «todas las gestiones» para evitar el cierre de una agrupación sociosanitaria «que viene a llenar el hueco que la Administración pública no cubre», ya que no ofrece «ni terapias ni actuación alguna para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas».

Añaden que en conversaciones con responsables del Consell, en las que han pedido que les sea reintegrado de alguna manera ese dinero que estaba presupuestado y concedido, se han encontrado con la respuesta de que «es imposible» debido a lo que dicta «la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local».

Desde la asociación aseguran que no quieren «entrar en polémicas» y que solo piden aquello que se les otorgó porque lo necesitan «con la mayor urgencia». Y añaden: «Nos sentimos desamparados por las instituciones a las que muchas veces parece que estorbamos solo por solicitar una ayuda para realizar una tarea de servicio público», lamentan.

La asociación no se amilana y seguirá luchando por los derechos de todos los afectados por la enfermedad. En este sentido, piden la colaboración «de todos los ciudadanos» en los actos que van a ir organizando, como una paella solidaria el 8 de noviembre que ofrecen con el apoyo de la Asociación de Vecinos San Pablo de Ibiza. «Al final nos están ayudando mucho más los ciudadanos y las empresas -como Capricorn, la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni, la gente del Ibiza Contact Festival, la Asociación de Voluntarios, los vecinos de San Pablo o la Fundación Abel Matutes, con la que estamos en conversaciones-, que las instituciones públicas, que se supone que están ahí para ayudar a los ciudadanos», explica María José Guasch, portavoz de la agrupación, que destaca también el apoyo de La Caixa.

Lanzan una petición a todo aquel ciudadano que disponga de algo de tiempo para echarles una mano ya que hay que recordar que las personas que integran la directiva son las propias enfermas y muchas veces se ven desbordadas. Se les puede contactar en el mail fibropitiuses@hotmail.com