­La cocina de una casa payesa abandonada en la que viven okupas quedó destruida en un incendio ocurrido ayer por la mañana. La vivienda se encuentra junto a la carretera que une Sant Antoni con Santa Agnès, en el kilómetro 3,200. Una española de unos 20 años que reside allí escapó a tiempo y no precisó asistencia médica. En ese momento no había nadie más, aunque la joven comentó que también duerme ocasionalmente un amigo.

Los bomberos recibieron el aviso a las 8.50 horas. También se desplazaron patrullas de la Policía Local de Sant Antoni. El fuego destruyó la cocina, que se encuentra en una estancia separada del resto de la casa, en un altillo. Fue la única dependencia afectada pero se quemó todo lo que había en su interior: una vieja cocina de gas, un sofá, un baúl con comida y diversos enseres. Los bomberos sacaron al exterior una bombona de butano, que expulsaba gas por la espita.

Los profesionales comprobaron que no hay instalación eléctrica y que usan velas, por lo que analizarán si una de ellas pudo ser el origen del fuego. Para llegar a la casa circularon con el camión por un camino muy estrecho y tuvieron que detenerse lejos, por lo que unieron cinco mangueras, en un tendido de alrededor de 150 metros de largo.