El conseller balear de Medio Ambiente, Gabriel Company, aseguró ayer en Ibiza que pese a que tanto el Govern como el Ministerio de Medio Ambiente «ven con buenos ojos» que el Ayuntamiento de Santa Eulària explote provisionalmente la nueva desaladora (mientras se resuelve el litigio con la empresa concesionaria por el sobrecoste de la infraestructura), existe «un conflicto jurídico» que se debe aclarar antes de poder aplicar esta solución temporal.

En concreto, se refirió al hecho de que el Ministerio de Medio Ambiente pedía que fuera el Govern el que autorizara al Consistorio «a coger agua», lo que en la práctica, según Company, «vendría a ser como que el Govern recepcionara la desaladora». Si fuera así, el sobrecoste de las obras, que asciende a 19 millones, recaería en las arcas de la Comunitat Autònoma. Para evitarlo, la conselleria pretende que sea el Ministerio el que autorice a Santa Eulària la explotación provisional de la desalinizadora hasta que se llegue a un acuerdo económico con Aqualia (u otra empresa si se rescinde el contrato) para que se gestione con normalidad la planta.

En este sentido, Company reiteró la negativa del Govern a hacer frente a los 19 millones que la planta ha costado de más (inicialmente estaba presupuestada en 14 millones y finalmente costó 33). De lo contrario, dijo, o bien Abaqua (la empresa pública de la Comunitat que gestiona la red de agua de las islas), «quiebra» o «los ibicencos pagarán por el agua el doble» de lo que el Govern, dijo, quiere que abonen.

El conseller reiteró que el Govern y el Ministerio han modificado el convenio estatal de infraestructuras hídricas en Balears, renunciando a algunas obras previstas en Mallorca, para dar prioridad a la finalización del proyecto de interconexión de las desaladoras (necesario para llevar agua desalada a Sant Josep y Sant Joan), pero no concretó cuándo empezarán las obras, presupuestadas en «unos cuatro o cinco millones».

Company visitó ayer la depuradora de Santa Eulària, cuyo proyecto de ampliación se ha adjudicado recientemente por 7,1 millones. También se desplazó a es Canar, donde se llevará a cabo a partir de la próxima semana, con un coste de 200.000 euros, la sustitución de los colectores (1.403 metros de tubería) y la mejora del cuadro eléctrico y el grupo electrógeno de impulsión del Canar Port.

Posteriormente, el conseller de Medio Ambiente se desplazó hasta Sant Josep, donde se reunió con una representación de los vecinos de Cala Tarida. El Govern ya ha sacado a concurso las obras del nuevo sistema de bombeo y del emisario de la depuradora de Cala Tarida, que acumula años de retraso, con un presupuesto de 2,5 millones de euros. Company también visitó la depuradora de Sant Josep recientemente reformada.