El Colegio de Arquitectos ha advertido de que el Ayuntamiento de Ibiza ha modificado los planes iniciales de impedir la creación de aparcamientos de coches en el puerto de la ciudad y ha pedido un cambio de última hora en el proyecto para que puedan estacionar vehículos en la zona destinada a paseo peatonal, desvirtuando así el destino previsto para el frontal de la Marina. Según los arquitectos, en esta zona podrían acabar estacionando entre 200 y 300 coches. «Se nos ha vendido que sería un puerto libre de vehículos y será un puerto lleno de vehículos», afirmó el presidente de la demarcación pitiusa del Colegio, Iván Torres.

Representantes de esta entidad se entrevistaron ayer, a lo largo de casi tres horas y media, con los responsables de la Autoridad Portuaria de Balears, promotora del proyecto, y recibieron las explicaciones que venían reclamando desde hacía más de un año, aunque tras la reunión persistieron las divergencias entre las posturas de ambas entidades.

En lo que sí coinciden tanto los arquitectos como la Autoridad Portuaria de Balears es en la necesidad de construir una aparcamiento subterráneo en la zona del puerto. «Les hemos dicho que hace falta, y ellos nos han dicho que también lo creen así, pero que quien ha solicitado que no lo haya es la Administración», relató el presidente del Colegio. «Dicen que del mismo modo que un edificio, un hospital o un hotel ha de tener sus aparcamientos, un puerto también ha de tenerlos».

En este punto, la Autoridad Portuaria ha revelado un cambio de última hora introducido en el proyecto que se suponía definitivo, lo que provocó el malestar de los arquitectos. «Cuando hemos podido ver al fin el proyecto hemos visto que no tiene nada que ver con la intención que hay. En el proyecto no hay previsto un solo coche en superficie, pero en realidad pretenden meter no sé cuantos», explicó.

«El Ayuntamiento de Ibiza consideró que no hacía falta un aparcamiento subterráneo porque iban a crear plazas en la avenida de Santa Eulària. Pero como no han podido ponerlas allí, ahora han vuelto a pedir que las pongan en el mismo puerto», continuó. La alcaldesa habría enviado un escrito, a mediados de septiembre, «pidiendo por favor que se pongan plazas de aparcamiento en superficie». Según los cálculos de la APB, «allí hay casi 300 yates y, teniendo en cuenta lo que necesitan, allí acabará habiendo 200 o 250 coches», malogrando así la intención prioritaria de dejar los muelles como paseo peatonal.

«El proyecto licitado decía específica y concretamente que aquello sería una zona estrictamente peatonal», con acceso solo para autobuses, taxis, camiones de reparto y vehículos de emergencia. «Si tienes una barrera de coches contra el espejo de aguas, no estamos ganando absolutamente nada», concluyó.

La principal diferencia de criterio estriba en que los arquitectos consideran que la zona declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por un real decreto de 1969 abarca también los muelles del puerto y llega al mar, mientras que la Autoridad Portuaria sostiene que esta figura de protección termina en las fachadas de las casas de la Marina. Si fuera cierta la tesis de los arquitectos, ello supondría que el proyecto debería ser sometido a la consideración tanto de la comisión del Pepri del Ayuntamiento de Ibiza como de la Comisión Insular de Patrimonio del Consell, antes de concederse licencia e iniciar las obras.

«Les hemos pedido que hasta que no esté claro este tema y no tengan el escrito del Ministerio de Cultura diciendo que aquello no es BIC, que no hagan absolutamente nada», explicó Iván Torres tras la reunión. La Autoridad Portuaria, por su parte, «solo ha dicho que ralentizarán las obras» mientras no llegue ese informe, señaló Torres. El Colegio está dispuesto a acudir a la Fiscalía si se acometen los trabajos sin aclarar este punto.

También destacaron los arquitectos que antes de acometer las obras proyectadas debe estar aprobado un Plan Especial para el puerto, que no existe. «Estamos seguros de que se necesita para cualquier cosa que se haga en el puerto», afirmó Torres.