­En una maniobra destinada a burlar la sentencia judicial que declaró ilegales las retribuciones fijas a concejales sin dedicación exclusiva de Sant Antoni, el equipo de gobierno del PP ha puesto en marcha una fórmula que permite a estos ediles seguir cobrando prácticamente lo mismo que percibían antes de dicha sentencia.

En concreto, desde hace aproximadamente un mes las reuniones de la junta de gobierno -el órgano ejecutivo de gobierno del Ayuntamiento- han sufrido regularmente un cambio en sus integrantes, camuflado bajo la apariencia de sustituciones concretas, pero que se vienen produciendo de forma invariable a lo largo de las tres reuniones que de momento ha celebrado este órgano en octubre. Cuatro de sus integrantes con dedicación exclusiva -y que, por tanto, tienen como obligación asistir a las juntas de gobierno salvo imponderables- están siendo sustituidos de forma habitual por otros que carecen de exclusividad. De este modo, esos sustitutos pueden cobrar unas dietas que en caso contrario no recibirían.

Dado que cada uno de ellos percibe 400 euros por asistir a estas reuniones, estos actos, sumados al pleno que se celebra cada mes, acaban arrojando un total que coincide de forma casi exacta con la cuantía del sueldo anulada por los tribunales.

Esta situación, que dio a conocer ayer el concejal de Proposta per les Illes (PI) Joan Torres, puede comprobarse consultando las actas de la junta de gobierno del presente mes de octubre. En la del día 2 María Ramón Boned (sin exclusividad) sustituyó a Vicente Costa; Francisco Montilla, a José Torres Ramón; José González, a Xicu Cardona y Lidia Costa, a Sara Ramón. Es decir, de seis concejales titulares solo estaban presentes dos, aparte del alcalde accidental. La composición de la junta de gobierno fue la misma el día 9 (se incorporó la alcaldesa) y también en la del día 16.

En cambio, de todas las reuniones celebradas por este órgano en el mes de septiembre solo en una hubo una sustitución de un miembro, tal y como recogen las actas de estas sesiones.

El concejal del PI Joan Torres calificó de «trampa, burla e insulto a la inteligencia del pueblo» esta maniobra, que consideró exclusivamente destinada a «seguir cobrando lo mismo que cobraban antes», sin poder hacerlo.

«Mientras tanto, los concejales sustituidos no hacen el trabajo por el cual cobran, no se sabe qué hacen», añadió.

Torres calculó que bastará con que se convoquen dos sesiones más de la junta de gobierno este mes para que, junto con la habitual reunión del pleno, estos ediles sin dedicación exclusiva acaben percibiendo una cantidad similar a la que cobraban como «sueldo encubierto» mediante un sistema anulado por sentencia judicial, lo que obligó al Ayuntamiento a adoptar la fórmula de dietas.

El portavoz del equipo de gobierno, José Antonio Verdugo, no estuvo localizable ayer.