Ibiza y Formentera concluyeron el mes cumbre de la temporada turística con 6.395 personas sin trabajo apuntadas a las listas del Servei d´Ocupació de les Illes Balears (SOIB), 451 menos que hace un año, según el informe de coyuntura difundido ayer por el Observatori del Treball del Govern balear. Pero ese descuento interanual del 6,6% de parados supone solo un pequeño peldaño en la gigantesca pendiente que hay que remontar para, al menos, regresar a registros mínimamente razonables, como los de hace siete años. No hay que olvidar que en la actualidad hay 2.430 pitiusos sin empleo más que en agosto de 2007, es decir, un 61,3% más que entonces, y 1.033 más que en 2008, casi un 20% más. Si a pesar de la buena (excelente para algunos) temporada (a la que habría que sumar las dos precedentes) aún subsiste esa elevada cifra del paro es que algo falla, quizás que las empresas siguen sin recuperar las plantillas de antaño, unas por miedo otras porque el actual panorama les sale rentable.

Lo que parece cada vez más evidente es que la aparente salida de la crisis se sustenta firmemente en la precariedad laboral. En todo el mes se firmaron en Ibiza 5.159 contratos, un 31,3% más que un año antes. Es un porcentaje brutal; en Mallorca fue de un 9,8%, que aunque alto no es tan exagerado. Esos 1.229 contratos de más respecto al año pasado, que a simple vista parecen esperanzadores, ocultan una penosa realidad: del total de contrataciones pitiusas (5.370), 1.500 se firmaron por trabajos que tenían menos de un mes de duración. Son 675 más que en agosto de 2013, lo que supone un crecimiento (a todas luces desmesurado) del 82%. O lo que es lo mismo, más de la mitad del incremento interanual registrado en agosto corresponde a contratos por un periodo inferior a 30 días.

Curiosamente, mientras los contratos de menos de un mes experimentan ese incremento tan espectacular, los de entre uno y tres meses (1.706) apenas varían respecto a 2013 (eran 1.708), igual que los de tres a seis meses (382 ahora, 12 más que hace un año) y los de medio a un año (de 71 han pasado a 91). Los indefinidos sí han crecido de manera importante: de 274 a 433, pero la mayor parte de esa subida corresponde al aumento de los fijos discontinuos (138 más en un año). La precariedad, pues, está calando en el mercado laboral, en el que el 91,9% de los contratos (4.743) son temporales y el resto (416), apenas un 8%, indefinidos.

En la isla de Ibiza el paro decendió un 6,7% respecto a agosto de 2013. Hay en total 6.150 desempleados, 163 más que hace un mes (2,7% más) y 439 menos que una docena de meses antes. En el descenso interanual han participado todos los sectores económicos, excepto la agricultura (11 más). La construcción, por ejemplo, ha bajado en 173 personas (-9,2%) y se sitúa en un total de 1.712 ibicencos sin trabajo. Los que más han recortado respecto al pasado año han sido los servicios, con 291 ciudadanos que han dejado de estar apuntados en las listas del SOIB (66 de hostelería, 103 de comercio y 122 del resto de servicios). En Formentera hay 245 parados (un 4,7% menos que en 2013), que si se atiende a su crecimiento de población en los últimos años, sí es una cantidad asumible si se compara con los parámetros del periodo previo a la crisis económica: son solo 29 más que en 2008 y 58 más que en 2007.

La bajada de desempleados se repite en Mallorca (-10,3% interanual) y Menorca (-14,5%), con 51.878 y 4.109 parados, respectivamente. Hay 62.382 baleares sin empleo, un 10,24% menos que en agosto de 2013. Paralelamente ha crecido el número de afiliados a la Seguridad Social: los 481.636 registrados son un 3,6% más que un año antes. Las cifras por islas que aparecerán en breve aclararán qué parte del pastel corresponde a las Pitiusas.