Los submarinistas que rescataron al buceador ibicenco de 36 años arrollado por una Zódiac el pasado lunes en Cala Olivera, en Roca Llisa, afirman que tenía colocada una bandera alfa en su barca para alertar de su presencia. «Esta señal indica que hay buceadores en la zona, por lo que el resto de embarcaciones tienen que guardar una distancia mínima de al menos 50 metros», explicó Dominico Sella, responsable de Comunicación de Punta Dive, una empresa de buceo de Ibiza.

Sella explicó que fueron dos submarinistas de su empresa, Borja Alonso y Fabián Escudero, los que rescataron y asistieron al herido, tras ser golpeado por una Zódiac que le provocó heridas muy graves. «Alonso y Escudero volvían de Formentera y vieron al buceador en el mar, por lo que saltaron al agua, le recogieron, le proporcionaron oxígeno, le taparon y le llevaron al puerto de Vila para que se lo llevase la ambulancia», explicó Sella. Además, detalló que sus compañeros le contaron que el buceador presentaba heridas «muy profundas», por lo que tuvieron que rajarle el traje de neopreno para que pudiese respirar.

Por su parte, Giampiero Mancini, propietario de Punta Dive y patrón de la embarcación que trasladó al puerto de Vila al buceador arrollado, que practicaba apnea, agregó que otro barco trasladó desde Cala Olivera a una doctora y a una enfermera para que atendiesen al herido. «Se supone que fueron avisadas por los tripulantes de un barco de una bandera belga», detalló Mancini. Asimismo, añadió que vieron a los ocupantes de la Zódiac que supuestamente hirió al buceador dirigirse hacia la costa, donde fueron interrogados por la Guardia Civil.

Una persona que no quiso identificarse pero que aseguró que se hallaba en la embarcación que causó el accidente se puso ayer en contacto con Diario de Ibiza y aseguró que no habían huido tras arrollar al submarinista, sino que se dirigieron a la costa «para pedir ayuda» para atenderle.

Un portavoz de la Guardia Civil informó de que el herido estaba practicando apnea y se hallaba solo «cuando una Zódiac le pasó por encima». Al conocer el suceso, una patrulla se dirigió a Cala Olivera para localizar a la embarcación supuestamente implicada e identificó a sus ocupantes. El citado portavoz indicó que se han abierto diligencias por el accidente, de cuya investigación se encarga el Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

Los médicos del hospital Can Misses operaron el lunes por la tarde al buceador. Tras la intervención su estado era crítico, según informó un portavoz del Ib-Salut.