Un grupo de madres de niños con discapacidad denuncia que el Ib-Salut lleva dos años de retraso en abonarles las dietas y los billetes de avión de los traslados a Barcelona para que sus hijos reciban atención sanitaria. Lo último que les han pagado corresponde a noviembre de 2011. El Ib-Salut tampoco les ha abonado las subvenciones de material ortopédico de los últimos dos años, denuncian tres madres: Carmen Escandell, Carmen Conesa y Susi Fresneda quien, además, es presidenta de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera (Apneef).

Las tres critican que las familias están «desesperadas» por el retraso en los pagos, especialmente aquellas que también están a la espera de cobrar parte de lo que han gastado en material ortopédico. En esos casos la deuda del Ib-Salut ronda los 5.000 euros. Escandell denuncia que el conseller balear de Salud, Martí Sansaloni, les prometió en una reunión el pasado 3 de julio que tomaría alguna medida para evitar que los pagos se retrasasen tanto, algo que, critica, no se ha cumplido. «¿A ti te han pagado?», pregunta sin esperar respuesta. «Pues a mí tampoco», protesta Escandell, que incluso acusa al conseller de «desconocer» la situación. «Nos dijo que 2011 estaba todo pagado. No es verdad, aún tenemos facturas de 2011 sin cobrar. Nos mintió», insiste mientras las tres empiezan a desplegar resguardos de dietas y billetes de avión impagados sobre la mesa de un despacho de Apneef. Las madres critican que la gerencia del Área de Salud de Eivissa y Formentera no haga nada para mejorar su situación.

«Los políticos cobran cada mes»

El Ib-Salut no ha querido responder a estas denuncias, que las familias con niños con discapacidad y los enfermos de cáncer, los colectivos que más tienen que desplazarse fuera de la isla por cuestiones sanitarias, llevan años haciendo. A pesar de esto, en ningún momento se ha articulado ninguna medida para agilizar el pago de las dietas, al menos, a las personas con las que la deuda alcanza cantidades importantes. «Los políticos cobran las dietas cada mes, ¿por qué nosotros no?», se pregunta Escandell, que no entiende cómo no «se les cae la cara de vergüenza» a los políticos por negarles algo que ellos tienen. «Y ellos no cobran 14 euros de dieta diaria», insiste.

Las madres recuerdan que estos traslados «no son un capricho» y que representan la única manera de que sus hijos tengan una buena atención sanitaria, ya que en Barcelona (principalmente en los hospitales Sant Joan de Déu y Vall d´Hebron) les atienden médicos especializados en las dolencias que padecen. «Allí reciben una atención integral, les miran todo en un mismo día», apuntan. «Para nosotros estas visitas ahora son especialmente importantes. Lucas [su hijo] está haciendo el cambio, está sufriendo un desarrollo precoz y eso conlleva problemas», explica Fresneda. Tanto ella como Escandell tienen que acudir a Barcelona entre cino o seis veces al año. Conesa, en cambio, matiza que, por suerte, en su caso no son tantas visitas.

«El dinero de las dietas y los billetes que tenemos pendiente es mucho, pero son las ayudas para las sillas de ruedas y el material ortopédico lo que hace que la deuda se dispare», comenta Fresneda, que destaca que muchas familias no tienen más remedio que pedir dinero a su entorno para poder hacer frente a los gastos que supone tener un hijo con un elevado grado de discapacidad. «Con un solo sueldo, porque tienes que dejar de trabajar para poder cuidar de tu hijo, y la falta de ayudas no te queda más remedio que echar mano de la familia», insiste Fresneda.