El presidente del Consell, Vicent Serra, y el conseller insular de Industria, Vicent Roig, comunicaron ayer a los trabajadores de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) la intención de privatizar la mayor parte de la gestión que desarrolla este servicio público, dado que las leyes actuales impiden a las administraciones locales aumentar su número de funcionarios, que era precisamente la intención del Consell. La imposibilidad de aumentar la plantilla pese al incremento de trabajo que sufre la ITV se está traduciendo en un aumento de la lista de espera, que actualmente oscila entre los dos y los cuatro meses.

En cualquier caso, el equipo de gobierno del Consell ha «garantizado que todos los trabajadores que lo deseen podrán seguir vinculados a la institución».

En concreto, el proceso de privatización afectará a las inspecciones ordinarias de vehículos, las que pasan la mayoría de ciudadanos cada cierto tiempo, pero no así a aquellos casos «más delicados» como las segundas inspecciones, los cambios de matrícula de los taxis estacionales o las reformas mecánicas. Todos estos aspectos continuarán dependiendo directamente del Consell de Ibiza, confirmó a este periódico el conseller Vicent Roig, quien dijo que «este tipo de gestión es similar al que se lleva a cabo en Mallorca y Menorca».

Contratar personal temporal

«Después de intentar diferentes fórmulas administrativas para poder contratar personal de forma temporal para atender la demanda, y viendo que ello no solucionaba los problemas existentes, finalmente se ha optado por dar en concesión parte del servicio», afirmó el Consell, quien ahora se dispone a redactar el pliego de condiciones para adjudicar el trabajo a una empresa, «lo que supondrá el pago de un canon al Consell y el mantenimiento de las tasas bajo el control de la Administración».

El conseller Vicent Roig afirmó que los precios que se pagan por pasar la ITV «estarán dentro de un máximo y un mínimo» que establecerá el Consell, pero cuya cuantía no precisa. En todo caso, afirmó que en Balears se cobran entre 32 y 35 euros, mientras que en Ibiza se abonan 23.

En la actualidad, la plantilla de la estación de la ITV de Ibiza está formada por siete administrativos, dos ingenieros, doce mecánicos y tres empleados temporales, lo que supone 24 personas, «pero aún habría cabida para ocho trabajadores más», indicó Roig.

«La ITV no es un servicio deficitario del Consell. Pero debido a las normativas actuales sobre contratación en la Administración, en los últimos años no se ha podido contratar personal ni modificar las tasas, que están entre las más económicas de todo el territorio nacional», señaló el Consell.