Ibiza y Formentera no pueden pensar en dar un salto cualitativo en la enseñanza porque aún faltan recursos, según señaló ayer Martí March, director del ´Anuari de l´educació de les Illes Balears 2012´, durante la presentación en Ibiza de este estudio, financiado por la Fundació Guillem Cifre de Colonya. «Las Pitiusas están aún en fase cuantitativa», apuntó March, que insistió en que «cada vez es más necesario mejorar en calidad» mientras en Ibiza y Formentera la lucha es por contar con las infraestructuras necesarias y estabilizar las plantillas.

«Se deben construir ya los centros previstos», reivindicó el catedrático de Pedagogía Social de la Universitat de les Illes Balears (UIB), que recordó que algunos de los proyectos de centros educativos de los que lleva años escuchando hablar aún no se han comenzado a construir. March insistió en el «déficit histórico» en infraestructuras de las Pitiusas, situación que, señaló, ha agravado el «dinamismo económico y demográfico» que han vivido estas islas, superior al del resto de la comunidad.

Además, el director del Anuari destacó las dificultades que tienen los centros para mantener cierta continuidad en los proyectos educativos debido al elevado porcentaje de profesores interinos. «No hay una estabilidad, hay muchos profesores de otras comunidades», apuntó antes de reiterar que para que las Pitiusas puedan dar el salto cualitativo en la enseñanza es necesario que superen esta falta de recursos.

March recordó la situación actual: con recortes en las plantillas y la supresión de programas de atención a la diversidad. También apuntó como elemento positivo de la crisis „«positivo entre comillas», matizó„ que se ha estabilizado la inmigración y, en consecuencia, el número de alumnos de otros países recién llegados a las aulas.

March aseguró que el de Ibiza es el mismo caso que el de otras zonas turísticas de Mallorca, en las que no se ha sabido dar respuesta al éxito económico y demográfico. El director del Anuari recordó que en todo este tiempo al frente del Govern balear han estado tanto gobiernos del Partido Popular como del Pacte de Progrès y que ninguno ha abordado «las construcciones necesarias» para dar respuesta al crecimiento de la población que han experimentado estas zonas. «Hay que acabar de una vez esos proyectos que por problemas con los solares o con la financiación no se han hecho», reiteró March, que también se refirió a la elevada tasa de abandono escolar de las islas. El catedrático recordó que muchos jóvenes dejaron su formación llamados por la facilidad para encontrar trabajo y destacó que en estos momentos se ha reducido este abandono y que, además, muchos de aquellos jóvenes están volviendo ahora a las aulas. «Pero me preocupa que la oferta que tienen no sea adecuada y esto genere frustración», reflexionó.

Ante semejante panorama, el director del ´Anuari de l´educació´, que el próximo año publicará su décima edición, quiso destacar la labor que realizan en algunos centros. En ese sentido, recordó que el estudio siempre ha incluido ejemplos de proyectos educativos «positivos». En esta ocasión, la directora del colegio Es Pratet, Rosa Thomàs, explica en el artículo ´Es Pratet, una escola en construcció´ el doble proceso que han tenido que afrontar: la lucha por la construcción del centro y el desarrollo de un proyecto educativo que contara con la colaboración de las familias.

Martí March adelantó que el próximo año, coincidiendo con el décimo aniversario del ´Anuari de l´educació´, se elaborará un volumen especial en el que se hará una evolución de la situación de la educación (número de alumnos por aula, infraestructuras, profesorado...) por islas. Josep Antoni Cifre, presidente de la Fundació, destacó la importancia de este estudio para conocer el estado de la enseñanza en las islas, tanto los aspectos positivos como los negativos.