El vandalismo ha vuelto a cubrir el acantilado del Baix de sa Penya de basura: colchones, restos de muebles, electrodomésticos y residuos de todo tipo que varios desaprensivos han arrojado desde arriba. El Ayuntamiento lo limpió en enero, volvió a limpiarlo en mayo (cuando se recogieron casi dos toneladas de basura) y ya está otra vez igual.