A la segunda, casi ocho meses después del primer intento, el del congreso anulado de marzo que ganó el sector crítico, el candidato oficialista Vicent Torres fue elegido secretario general de la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE) prácticamente por unanimidad, algo insólito en la historia reciente de los congresos socialistas. En todo caso, sin ninguna oposición del sector crítico ni rival, Vicent Torres, logró el apoyo total de los suyos, que actualmente representan algo más de la mitad del partido. De los 77 delegados escogidos por las agrupaciones locales (todos oficialistas), 75 se acreditaron a primera hora de la mañana pero al final votaron 74: 73 lo hicieron a favor de Torres mientras uno optó por depositar en la urna la papeleta en blanco.

Torres asume el mando del partido en un momento en que este, de repente, da un giro hacia la izquierda y cierra las puertas al incremento de la oferta de campos de golf de la isla. A diferencia de sus socios de la izquierda, el PSOE nunca había rechazado la autorización de nuevas infraestructuras de este tipo, siempre y cuando se cumplieran una serie de condiciones ambientales estrictas, como la imposibilidad de construir una urbanización o un establecimiento hotelero asociado, entre otras. Ahora nada, ni el green. La ponencia marco mantenía abierta esta posibilidad, pero la comisión de desarrollo sostenible (formada por unas 30 personas) acordó ayer, tras un debate reñido, una enmienda que modifica este punto. En concreto, la hoja de ruta política del PSOE en los próximos años sostiene ahora que «una vez comprobado que no existen campos de golf sin aprovechamiento urbanístico, se entiende que los socialistas no han de dejar la puerta a abierta a su construcción». Al final, una amplia mayoría aprobó la propuesta.

Conferencia política en un año

El nuevo secretario general de la FSE-PSOE anunció que en el plazo de un año se convocará una conferencia que debe ser «el eje fundamental de la renovación ideológica del partido». «La ponencia marco nos da las primeras pistas de hacia dónde tenemos que ir», dijo. Precisamente, en esta conferencia política se retomará seguramente, según se dijo en la comisión de desarrollo sostenible, el debate sobre los campos de golf.

El PSOE también renuncia ahora al desdoblamiento de la carretera de Santa Eulària. Se elimina de la ponencia este término y, en su lugar, establece la necesidad de «retomar el proyecto de mejora de la carretera» para garantizar la seguridad del tráfico. También añade la incorporación de un carril-bici.

Por otra parte, pese a la debilidad actual de la FSE-PSOE, los delegados decidieron eliminar del documento político toda alusión a la conveniencia de recuperar la alianza con todos los partidos de la izquierda. La versión inicial de la ponencia señalaba que «las estadísticas indican que en estos momentos el PSOE por sí solo en Ibiza tendría dificultades para obtener una mayoría suficiente en las instituciones para gobernar». «Por ello, pensamos que los órganos del partido que salgan elegidos en el congreso, no solo tendrán que generar ilusión e ideas para obtener la confianza de los ciudadanos, sino que tendrán que hacerlo en una línea clara de intentar volver a unir el máximo número posible de fuerzas de la izquierda ibicenca», indicaba la ponencia. Los dos párrafos se han eliminado. Los socialistas acordaron que sea la ejecutiva y el comité insular, el máximo órgano del partido entre congresos, los que decidan si se debe negociar un nuevo pacto. También se acordó crear una comisión para estudiar la reforma de las administraciones.

«Arma de ilusión masiva»

En su discurso como nuevo secretario general de la FSE-PSOE, Vicent Torres, dijo que de ahora en adelante el PSOE debe ser «un arma de ilusión masiva», expresión que oyó hace unos días en la radio, según explicó, y de la que se quiere aprovechar porque entiende que hay que empezar a «creer que otro tipo de mundo es posible».

En su intervención Torres tampoco hizo ningún guiño al resto de partidos de la izquierda. «Hemos de empezar a construir, de manera inmediata y con paso firme, una alternativa de gobierno en todas las instituciones de Ibiza y Formentera y en la medida de nuestras posibilidades también en Balears y el resto de España. Pero no lo haremos, y no ganaremos la confianza de la gente mientras no empecemos nosotros mismos a creer en nosotros mismos», dijo, al tiempo que reconoció que el PSOE está «acomplejado» por las reiteradas críticas del PP sobre «la herencia» de los socialistas. «Nos hemos llegado a creer que lo hicimos todo mal. Admitir los errores está bien y aprender de ellos, mejor, pero llega ya el momento de salir de esta espiral de autodestrucción», agregó.

De todos modos, el nuevo líder de la FSE reconoció que es «muy difícil» que un partido de izquierdas gane unas elecciones en Ibiza. Por ello, apeló a «la implicación de todos los militantes», al tiempo que dijo que el partido tiene «la suerte de contar con un grupo de gente nueva», que, en contra del criterio de los críticos (el grupo de Campillo sostiene que se ha afiliado ahora a la gente para ganar el congreso), Torres destacó que se han unido al proyecto con «la convicción» de que desde el PSOE «se pueden hacer cosas». Después de arremeter con dureza contra la política de recortes del PP y la pasividad del presidente del Consell, Vicent Serra, Torres dijo que el partido no le entrega «un cheque en blanco», sino «un mandato muy claro» para transformar sus inquietudes «en respuestas». «Asumo el reto. No tengo miedo».

La excepción del congreso. No se vota la gestión de la gestora por instrucción de Ferraz

El presidente de la junta gestora, Joan Boned, dio cuenta del balance de su gestión durante los casi ocho meses que ha conducido la dirección del partido, centrada fundamentalmente en la investigación de las irregularidades del congreso de marzo y que se ha cerrado con la apertura de cinco expedientes, algunos de ellos con propuesta de expulsión, como la de Antonio Roldán, uno de los principales impulsores de la corriente crítica. En contra del proceso habitual de los congresos, los delegados no votaron la gestión de Boned y del resto de miembros de la gestora por «instrucciones de la ejecutiva federal del partido», según explicó un portavoz.

Paradójicamente, en el congreso insular de julio de 2008, en el que Xico Tarrés fue proclamado secretario general de la FSE, los delegados sí votaron el balance de la gestora, que, bajo la presidencia del exconseller de Cultura Marià Torres, dirigió el partido desde noviembre de 2006, tras la dimisión de Roque López. Entonces, los delegados (había oficialistas y críticos) emitieron un voto de castigo a la gestora, que logró solo el apoyo del 32,5%.

El equipo de Vicent Torres. Cuenta con la mitad de la gestora

Torres premia a la gestora e incorpora en su ejecutiva a dos de sus cuatro miembros: Marta Díaz, que ocupará el número ´2´, y Pepa Marí. Se aprobó por 70 votos a favor y uno en blanco. Paquita Ribas, Irantzu Fernández, José Torres, Silvia Limones y Alfonso Molina entrarán en el Consell Polític (69 apoyos y dos blancos).

Presidente: Juan Navarro

Secretaria de Organización: Marta Díaz

Acción Electoral, Ideas y Programas: Alfonso Molina

Política Municipal, Igualdad y Cooperación: Silvia Limones

Relaciones Institucionales: Sofía Hernanz

Política Social: Vicent Torres Ferrer

Turismo y Trabajo: Pepa Marí

Ordenació del Territorio y Urbanismo: Vicent Torres Ramón

Medio Ambiente: Carlos Martínez

Educación y Cultura: Margalida Tur

Economía: Simón Planells

Nuevas Tecnologías y Participación: Paco Chamizo