­Ocho agentes de la Guardia Civil que trabajan en el aeropuerto de Ibiza fueron detenidos ayer por quedarse supuestamente con pequeñas cantidades de cocaína en los registros que efectuaban a los pasajeros. Además, también fue arrestada la compañera sentimental de uno de los guardias, por complicidad. Los nueve detenidos permanecen custodiados en las dependencias del instituto armado a la espera de que sean puestos a disposición judicial hoy o mañana. Están acusados por la Guardia Civil de tres delitos: apropiación indebida, tráfico de drogas y falsedad documental.

La investigación comenzó en mayo, cuando fue detenido en la terminal aeroportuaria un ciudadano búlgaro que pretendía introducir en la isla 490 gramos de cocaína repartidos en bolitas de cuatro gramos de peso cada una (más de 120 bolas).

El arrestado dijo en su declaración, efectuada en el Juzgado de Instrucción número 3 de Ibiza, que, después del registro, habían desaparecido cinco bolitas (aproximadamente 20 gramos de cocaína). «La posible participación en estos hechos de los guardias civiles que habían actuado [en los registros] es evidente», según informó ayer la oficina de Comunicación de la Guardia Civil en Balears mediante una nota de prensa.

Autorización judicial

Ante esta circunstancia, la autoridad judicial (la magistrada titular del Juzgado de Instrucción 3) ordenó a la Unidad Orgánica de Policía Judicial del instituto armado la práctica de investigaciones para esclarecer los hechos y declaró secretas las actuaciones.

Según la Guardia Civil, «quedó evidenciado que los ahora detenidos se habían apropiado indebidamente de diversos efectos de los viajeros», como prendas de vestir, un dispositivo electrónico, un perfume y pequeñas cantidades de droga. Después, falseaban las actas de denuncia, según informó el instituto armado.

La Benemérita da por cerrada la operación y anuncia que no se contemplan más detenciones, que se han producido apenas 20 días después de que varios guardias civiles que trabajan en el aeropuerto presentaran denuncias en el juzgado de guardia cuando hallaron microcámaras ocultas en las salas en las que efectúan los registros.

Aunque por el momento no ha sido confirmado oficialmente, varios de ellos podrían figurar entre los detenidos.