Desde hacía un año, el pintor hispanochileno Andrés Monreal (Santiago de Chile 1932-Ibiza, 2012) vivía en el complejo de personas mayores Sa Residència. En ese tiempo, el artista tuvo ser ingresado en varias ocasiones en Can Misses por su delicado estado de salud. El último ingreso fue el pasado jueves 8 de marzo, un día después de cumplir 80 años. Monreal falleció el sábado.

«Joven talento y mal estudiante, poeta, actor, decorador, boxeador, amante invicto, dramaturgo y novelista... Un mundo obsesionado por las definiciones como el actual no encontrará una forma sencilla de clasificar a Monreal», escribía en 2008 el poeta Ben Clark, amigo del artista, del que conserva con «enorme cariño» una edición de sus poemas en inglés, según confesaba ayer a Diario de Ibiza.

Monreal narró su azarosa vida en la novela ´Cuántas veces´, que Clark reseñó para el suplemento La Miranda de Diario de Ibiza en septiembre de 2008. En el libro Monreal narra «cuántas veces estuvo sin dinero, sin trabajo y sin piso en una ciudad extranjera, cuántas veces fue feliz y cuántas triste, cuántas veces conoció el amor», explica Clark. «Es la pérdida no solo de un pintor importante sino de una época. Lo mismo que sucedió cuando murió Micus, se pierde a un pintor pero también a un tipo de personaje de Ibiza. Una Ibiza que ya no existirá, bohemia, creativa, sin ataduras, libre. La muerte de estos pintores es una muerte cultural», añade el poeta.

Pero si Ibiza y sus visitantes conocen a este pintor es a través de los cuadros que decoran el Bar Costa de Santa Gertrudis, como si de una exposición permanente se tratase. «Yo nunca puse un cuadro a la venta en Can Costa. Los cuadros los había comprado el dueño del bar [Vicent Roig i Pi]. Me encargó un cuadro grande por 30.000 pesetas y un jamón. Comenzó a comprarme cuadros y tiene una colección fantástica de cuarenta cuadros míos», explicaba en una entrevista concedida a Diario de Ibiza en 2008. Vicent Roig también tiene su versión de estas singulares compra-ventas: «Él llegaba con un cuadro y me decía: quiero ir a cenar con no sé quien, dame 20.000 pesetas. Yo le sacaba un billete de 5.000, me lo cogía, refunfuñando, pero me lo cogía y me dejaba el cuadro. Siempre estábamos así. Aunque yo le iba pagando más a medida que el negocio me lo permitía», explicaba el propietario en una conversación con Ben Clark publicada también en La Miranda con el título el ´Arte del trueque´.

El periódico chileno El Mercurio destacaba ayer en su edición digital la calidad de este artista, nacido como Andrés Benjamín Gómez Monreal, que contaba con estudios de teatro, que trabajó como dibujante en el Taller de estampados textiles de Pablo Burchard Aguayo y que viajó a Europa en 1953, para después residir en Estados Unidos. Allí trabajó como actor de teatro, cine y televisión y realizó decorados escenográficos. Fue en Nueva York donde protagonizó su primera exposición en la Wittenbon Gallery en 1958. En los setenta se estableció en Ibiza y a partir de los noventa combinó su residencia en la isla con temporadas en París.

Irreal en lo figurativo

La Galería es Molí acogió buena parte de las muestras de este artista que se organizaron en Ibiza, pero una de las últimas exposiciones de Monreal en la isla fue en 2009 en la galería Via2 de Vila. La cita de Balthus que el artista escogió para esta exposición: «Es posible ser realista de lo irreal y figurativo en lo invisible» resume a la perfección el estilo de este artista, que combinaba la figura humana con escenarios oníricos.

El galerista Antoni Torres Font acudió a visitarlo hace unos meses a Sa Residència y apunta que su ayudante en la galería hasta hace poco, Rosa Boluda, muy amiga del pintor, quería organizar una nueva exposición con su obra. Su delicado estado de salud ya no lo permitió.

Portavoces de Sa Residència lamentaron ayer su muerte y aseguraron que era uno de los residentes «más queridos». Recordaron que uno de sus hijos acudió el viernes al quinto aniversario del centro residencial como deferencia por el buen trato que había recibido su padre allí. «Era su casa», explicaron las mismas fuentes.