Es genovés y es el principal sospechoso de la red de traficantes de droga próximos a la Camorra que la Guardia Civil desarticuló en Ibiza durante los últimos días de agosto. D. D., que había dado nombre a la operación Dragone, estaba en busca y captura y era uno de los principales objetivos de la italiana Polizia di Stato, que sospechaba que había regresado al país transalpino huyendo de los agentes del equipo antidroga de la Guardia Civil, pero ayer, alrededor de las diez de la mañana, el sospechoso se entregó en el cuartel del instituto armado.

El genovés, con antecedentes penales, dio origen a la investigación iniciada por el EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) en el mes de junio y fue el motivo de que representantes de la Guardia Civil de las islas se reunieran en Roma con agentes de la Polizia di Stato para crear un equipo conjunto de investigación. Allí se puso sobre la mesa la información de la que ambos cuerpos dispusieran para conducir a la posible desarticulación de la banda de traficantes que se supone relacionada con la Camorra y en la que, finalmente, hubo detenidos tanto napolitanos como genoveses. Una treintena de detenidos pasaron a disposición judicial durante la fase de explotación de la operación Dragone.

Según la información facilitada por fuentes de la Guardia Civil de Balears, el ahora arrestado, que dijo haber regresado expresamente a la isla para entregarse, figura como socio en los negocios y establecimientos del barrio de la Marina que los agentes registraron y sería el jefe de los arrestados a finales de agosto, quien dirigía a los jóvenes que llegaron a Ibiza al iniciarse la temporada turística y que, según las acusaciones que pesan sobre ellos, se dedicaban a vender droga en las discotecas.

En la operación se decomisaron 2.000 pastillas de éxtasis, casi un kilo y medio de hachís, 300 gramos de cocaína, 600 de speed, 450 de cristal y 5 de ketamina. Precisamente los agentes afirman que, según han podido saber de las vigilancias efectuadas, la ketamina era la droga con la que más trabajaba la banda. También se intervinieron 51.000 euros en efectivo, once vehículos y dos laboratorios para el cultivo de marihuana.

Aunque en la isla, después de entregarse el principal sospechoso, la operación se puede considerar concluida, se abre también una nueva línea de investigación en torno al blanqueo de capitales derivados de la actividad ilícita de la trama. Además, la Policía italiana aún tiene información sobre las conexiones de los acusados que permitirán seguir tirando del hilo a los investigadores de la Guardia Civil.