Internet puede aportar mucho al mundo educativo, pero es necesario aprovechar de forma eficaz sus posibilidades y aceptar las nuevas tecnologías como un futuro del que no se puede escapar y al que es necesario adaptarse para llegar mejor al alumnado.

Son algunas de las conclusiones que pueden extraerse del discurso en el Club Diario de Ibiza de Aníbal de la Torre, profesor y coordinador en Andalucía de las enseñanzas de Secundaria y Bachillerato on line, que participó en el ciclo ´Parlant d´Educació´ organizado por la Aprep. De la Torre asegura ser «una de las personas que más defiende la utilización de la tecnología en la educación, pero también una de las más críticas». La imagen de un ordenador fabricado en 2000 al lado de otro diez años más joven sirve al profesor para explicar que en una década el hardware pesa 115 veces menos y que, probablemente, en 2040 habrá implantes cerebrales, por lo que no es posible seguir intentando transmitir información a los alumnos de forma unidireccional. «Llegará un día en que con el móvil tendrán a su alcance cualquier dato, por lo que es absurdo hacerles memorizar», advirtió antes de señalar que los diez trabajos más demandados en 2010 ni siquiera existían en 2004 y que la sociedad demanda ahora un perfil de trabajadores «que sepan hacer cosas, no que tengan acumulados conocimientos en su cabeza». Pese a todo, defiende el concepto de ciudadanía digital, poco arraigado en España, porque considera que es necesario «educar y ayudar a comportarse a la gente en la red» de forma ética y legal.

De la Torre señaló algunas de las dificultades que se plantean en el proceso de implantación de las nuevas tecnologías en los centros educativos. Una de ellas es que se tiende a obligar a los docentes a asumir más trabajo, cuando el objetivo es que estas herramientas logren que sean los alumnos los que hagan más cosas. También advirtió que el uso del ordenador no garantiza de por sí que el aula funcione mejor y advirtió que hay que encontrar contenidos útiles que permitan avanzar pero marcando unos límites. «Mucha gente alaba los usos educativos de Twitter», explicó antes de invitar con escepticismo a los profesores a que hicieran la prueba. Asimismo, señaló que los alumnos de clases sociales inferiores o con más desventaja intelectual, aquellos que no están familiarizados con las nuevas tecnologías, bajan en sus estudios cuando aparece un ordenador en sus hogares. «La introducción de la tecnología debe unirse a un rigor y un acompañamiento por parte de la familia. No puedes lanzarla sin más», aconsejó.

Este experto señaló que en Andalucía la Administración ha elaborado ya más de mil unidades didácticas con software libre que pueden utilizar los docentes. Señaló que es una iniciativa necesaria ya que las editoriales tradicionales no se han adaptado bien a la pantalla y ofrecen un material poco adecuado: «Se limitan a reproducir las páginas de los libros de texto; para eso ya estaban los libros».