La inteligencia no es una capacidad unitaria de la persona, sino que todos tenemos inteligencias múltiples, diferentes capacidades que habitualmente nunca se han desarrollado suficientemente durante la etapa educativa. Todos los alumnos tienen capacidad para desarrollar una multiplicidad de inteligencias si los profesionales son capaces de corregirlas al máximo y reforzarlas. Éstas pueden ser dos de las conclusiones de la ponencia que desarrolló el jueves en el Club Diario la pedagoga catalana Núria Alart, en un acto organizado por el Centro de Profesores (CEP) y la Associació Pitiusa per a la Renovació Pedagògica (Aprep).

El director del CEP de Ibiza, Ernest Prats, presentó a Núria Alart como una profesora «multiocupada» y aseguró que dentro del Estado español es una de las especialistas más preparadas en la teoría de las inteligencias múltiples. Prats se felicitó también de haber conseguido una vez más «un llenazo» en uno de los actos del CEP. Como suele ocurrir habitualmente en actos relacionados con la educación, la charla fue seguida en el Club Diario por más de doscientas personas, en su gran mayoría docentes.

La pedagoga se basa en una teoría desarrollada por el neuropsicólogo americano Howard Gardner, aunque ella la ha adaptado al mundo de la docencia teniendo en cuenta las posibilidades que ofrecen actualmente las nuevas tecnologías de la comunicación y la información.

Para Núria Alart, todo el mundo es inteligente, tiene capacidades, aunque no todas se valoren por igual, sino solamente las académicas. «Las inteligencias lógico-matemática y lingüística son las que hasta ahora ha desarrollado el sistema educativo», comentó la especialista, que advirtió no obstante de que otras inteligencias como la cinestésica corporal, la musical y la visual especial se han tenido poco en cuenta, mientras que la naturalista, la intro y la interpersonal «no se han tenido en cuenta en los sistemas educativos».

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) suponen para la ponente una auténtica oportunidad de revolucionar la educación si se combinan con el talento que pueden tener los enseñantes. Para ello será preciso evolucionar más para que deje de ser válida esta formulación de un docente que citó Alart: «Tenemos aulas del siglo XIX, profesorado del XX y alumnado del XXI».