Quince años después de que quedara abandonado el antiguo delfinario de Sant Francesc de ses Salines e iniciara su degradación, el Ayuntamiento de Sant Josep ha conseguido hace escasos días localizar al propietario de los terrenos y se dispone a negociar con él la adquisición del solar para proceder luego a la demolición de las numerosas estructuras de hormigón existentes, que incluyen gradas, piscinas, muros, pistas y otros elementos que acogen un gran número de residuos de toda índole.

El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, Agustinet, confirmó que el propietario del solar es un particular que reside en Madrid y que se hizo con el terreno después de que éste iniciara un periplo de subastas a instancias de los bancos acreedores, que complicó mucho la identificación de su dueño. De hecho, Marí Ribas manifestó que tampoco figuraba inscrito en el Registro de la Propiedad, por lo que el Ayuntamiento lo ha tenido que encontrar «por otras vías».

«La intención es negociar, por las buenas, la compra del antiguo delfinario y, si no es posible, hacerlo por las malas», dijo el alcalde en alusión a su posible expropiación, tal y como también prevé la ley. En todo caso, «el objetivo es que esa parcela se la quede el Ayuntamiento».

Sin embargo, Marí Ribas se mostró reticente a la expropiación, «pues se debería justificar el interés general de esta medida». Se da la circunstancia de que esta acumulación de ruinas se encuentra en el interior del Parque Natural de ses Salines y constituye, además, un grave peligro para las personas, por el agua que inunda las antiguas piscinas y las dificultades para salir que tendría cualquier persona que cayera en su interior, dado que sus aristas superiores son redondas.

El Ayuntamiento contactará ahora con el propietario para conocer sus intenciones «y ver si quiere limpiarlo y arreglarlo», dijo Marí Ribas, quien, señaló que la negociación para su compra deberá tener en cuenta el escaso valor urbanístico de los terrenos. «Urbanísticamente, allí no se puede hacer nada», advirtió el alcalde.

La eliminación de esta zona, que también suele servir de refugio de personas procedentes de ambientes marginales, es una vieja aspiración del Ayuntamiento de Sant Josep, que ya durante el anterior mandato del PP trató de realizar algunas gestiones encaminadas a este fin, sin éxito.