Ni Medellín ni Oaxaca ni ciudad Juárez. Para los policías de Madrid que de vez en cuando tienen que trabajar con información que les llega desde las islas, ´Narcolandia´, en su argot, es Ibiza. En ciertos equipos, cuando se envía a agentes a trabajar a la isla, se les dice, con sorna no exenta de perversidad y cargada de razones, que les toca ir a ´Narcolandia´. Y, al parecer, pocos ya, en las Fuerzas de Seguridad del Estado, se preguntan a qué lugar se refieren con tan deshonroso apelativo; los que aún no lo saben, no tienen que pensar mucho para deducirlo. De hecho, ¿alguien ha empezado a leer este artículo sin sospecharlo?

Y ahora decidme eso de que con esta información estoy dañando la imagen de Ibiza, como si fuera yo quien trafica con drogas o quien permite que esta isla sea vendida de tal forma que supone un bocado apetecible para muchas de las mafias que pululan por el mundo. O criticad a la Policía su ingenio a la hora de poner sobrenombres a los pueblos. Es asqueroso, por usar el epíteto más expresivo, que la isla sea conocida como ´Narcolandia´. Es cierto. Es asqueroso, sí, pero no es gratuito y es exactamente lo que nos merecemos.

Y mucho más grave que el hecho de que en el argot policial Ibiza sea ´Narcolandia´ lo es que haya policías y guardias civiles trabajando en la isla que piensen que están luchando a contracorriente, que, en realidad, a los ibicencos no nos interesa que hagan su trabajo, porque el alto nivel de negocio que genera la industria de la fiesta que atrae a la delincuencia internacional da dinero y fama a la isla. ¿En serio queda alguien que crea eso de que es mejor que hablen de uno aunque sea mal? ¿De verdad aún pensáis que el dinero que algunos ganan destruyendo la isla nos compensa a los ibicencos por nuestra imagen, por nuestros drogadictos, por nuestros enfermos mentales y por nuestra seguridad? En Ibiza, los que de verdad ganan dinero son los traficantes de droga. Es así. Los demás solo perdemos.

Hay investigadores de la Policía y de la Guardia Civil que se han marchado de la isla por ese sentimiento de que aquí estaban luchando contracorriente. Algunos son hoy jefes de una unidad central o trabajan en grupos especiales de lucha contra la delincuencia y, cuando tienen que dar alguna charla sobre drogas a sus compañeros, usan el ejemplo de Ibiza, ese lugar del que un día se marcharon porque no sintieron apoyado su trabajo. ´Narcolandia´. Ese lugar que, al final, abandonaron a su suerte. Porque no puedes salvar a quien no quiere salvarse y porque a nadie le gusta luchar a diario sin sentir su trabajo respaldado. Porque a veces es mejor huir antes de que te arrastre el huracán y porque sabes que hay mandos policiales que son más políticos que policías y que no te dejarán investigar a los que llenan la isla de dinero sucio. ´Narcolandia´ es ese lugar en el que se respeta a los mafiosos si traen los bolsillos llenos de plata y no se felicita a los policías cuando los detienen. Yo no quiero vivir en ´Narcolandia´. Quiero que recuperemos Ibiza y que cuando los policías de Madrid hablen de la isla en sus charlas sea para ponernos de ejemplo de un lugar capaz, cual Ave Fénix, de resurgir de sus cenizas. ¿Podemos hacerlo o seguimos hundiéndonos en el lodo y entregando el alma a las mafias?