En el centro de recuperación de animales de sa Coma hay muy pocos gatos. Lo habitual es que los felinos que llegan se lleven a las casas de acogida de la red de voluntarios con las que cuentan y que en las instalaciones municipales sólo queden «los casos más complicados, los que necesitan algún cuidado médico o cosas así», dice el veterinario, Miguel Quiñones.

«Cuando son cachorros siempre van a casas de acogida y los adultos intentamos que pasen el menor tiempo posible aquí», afirma Quiñones y explica que «el gato es diferente al perro y no se le puede dar la misma vida, no se puede sacar a pasear».

El pasado año en el centro de protección animal entraron 117 gatos, de los que 113 se adoptaron y uno falleció. Según la concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ibiza, Montse García, estos animales «se adoptan muy bien, sobre todo cuando son pequeñitos».

García, que destaca la colaboración de la Asociación de Gatos Abandonados (AGA) de Eivissa -«nos ayuda muchísimo»-, cuenta que en la nueva zona del centro que se destina a los felinos han introducido mejoras como el cambio de las puertas, que se acometió con el dinero recaudado por Trideporte en la carrera Lidl to Lidl.

Asimismo, recuerda que el pasado año se hizo una campaña de esterilización de gatos de colonias y que Vila quiere seguir con ella este año, pues es «una forma de controlar la población sin sacrificarlos». Y avanza que preparan un convenio de colaboración con las personas que cuidan las colonias de gatos de la ciudad.