El Govern no pondrá límites a los coches de alquiler este verano, y no encuentra la manera para hacerlo en el medio plazo. Según un informe de la conselleria de Turismo, para abordar esta medida se necesitaría un estudio sobre la capacidad de carga de las carreteras de cada isla. Además, fuentes del Ejecutivo admiten que poner un techo es «complicado» porque la normativa europea se inspira en la libre competencia y los límites a la misma deben justificarse con arreglo a claros motivos ambientales o territoriales.

«La pertenencia a la Unión Europea no permite discriminar a los vehículos de las empresas de alquiler respecto de los vehículos particulares, ya que atentaría contra la libre circulación de mercancías y el principio de igualdad», reza el estudio encargado por la conselleria. De hecho, aseguran que sólo se podrán imponer restricciones cuantitativas cuando estas estén «justificadas por un interés general y no económico», como podría ser, efectivamente, la protección del medio ambiente.

Informe preliminar

Aun así, el Govern es consciente de que es imposible que se apruebe medida restrictiva alguna de cara a este verano. De momento, el Ejecutivo tiene en sus manos un informe preliminar sobre el impacto de los vehículos de alquiler en Balears que diagnostica el problema que genera este negocio, aunque todavía no ha pasado por el Consell de Govern y, por tanto, las medidas que propone son sólo reflexiones y generalidades que «se tendrán que estudiar».

Fuentes de la conselleria de Turismo aseguran que no descartan la posibilidad de gravar los vehículos de alquiler con una tasa, aunque tal y como apunta el informe, esta debería ser «muy elevada para que fuera efectiva en la disminución del número de vehículos».

La lista de medidas que contempla el informe para frenar la gran cantidad de coches de alquiler choca con otro hándicap. Así, la más reclamada por una parte de la sociedad y por la propia patronal, la de establecer numerus clausus, resulta «muy complicada porque atenta contra la libre circulación de mercancías» que consagran los tratados europeos, afirman los técnicos autores del estudio.

Otras medidas, como la revisión de los beneficios de los que se aprovechan las grandes plataformas en su compraventa de vehículos, dependen en el mejor de los casos del Estado, como pasa con el impuesto especial sobre determinados medios de transporte, del que se encuentran exentos los vehículos de alquiler. «Instar» al Gobierno central a rectificar esta medida es otra propuesta del informe.

Reventa

Uno de los factores que constata el estudio es el impacto de la actividad de venta de coches seminuevos. El negocio es redondo: las grandes empresas compran miles de coches y a los seis meses ya pueden sacarlos de las islas con importantes beneficios fiscales para venderlos. Así, tres de cada cuatro coches de alquiler que circularon el verano pasado en Balears no tenían como finalidad el negocio turístico, sino acabar revendidos.

El negocio de compraventa a gran escala de vehículos tiene en Balears su escenario ideal de operaciones. El informe de Turismo cifra en 64.900 los coches que fueron comercializados el verano pasado por las grandes empresas que se dedican a la compraventa de coches.

Los datos son abrumadores. El análisis de la consultora Meteoclim para el Govern recoge cómo en las últimas temporadas entran de media unos 100.000 vehículos anuales, entre los que traen los r ent a car y los que se venden en concesionarios, y salen, ni más ni menos, que 60.000. En concreto, de los 104.000 vehículos que entraron el año 2016 en Balears, más de la mitad, 60.143, salieron al año siguiente para ser revendidos.

Base de grandes empresas

Que las islas sean utilizadas como base para la actividad de estas empresas que en realidad tienen su fuente principal de ingresos en la venta de vehículos seminuevos ya se sabía, pero según los datos recopilados por este informe, esta actividad se lleva año tras año el 60% de los coches que entran.

Sólo un 40% de los vehículos que llegan a Balears se venden en concesionarios, como constata el informe, que retrata con detalle este flujo incesante provocado por las grandes ventajas que aprovechan las empresas que se dedican a la compraventa de coches después de alquilarlos una o dos temporadas, pues precisamente hay que dedicarlos a esta actividad para beneficiarse de los diferentes descuentos.

Que hay más coches de alquiler sobre las carreteras no es una mera percepción. Las causas que señala el Govern son obvias, al aumento del número de turistas producido en los últimos años, se le ha añadido una nueva modalidad de turismo, el alquiler vacacional, y por último el cambio de modelo de negocio de los rent a car.

Turismo calcula que el último mes de agosto circularon por las carreteras de Balears 74.200 coches de alquiler, un 87% del número total de turismos que se estaban comercializando en aquel momento, 85.700.

Lo que está claro es que el gran negocio es para los rent a car de más de 1.000 turismos: el 80% del parque móvil de alquiler pertenece a las grandes empresas.

En cuanto a la saturación de las carreteras, el parque móvil en Mallorca fue, el agosto del año pasado, de ni más ni menos que 811.342 vehículos, entre ciclomotores, camiones, furgonetas y autobuses, de los que 558.728 eran turismos y de los que, según datos de la DGT, un 9% correspondió a vehículos rentados. La movilidad de turistas en coche aumentó el tráfico en un 25% en un día tipo de verano, cuando se estimó que circularon unos 75.000 turismos alquiler.