Los técnicos del Ayuntamiento de Sant Antoni tienen evidencias sobradas de que la vivienda de la calle General Gotarredona ha sido sucesivamente ampliada y reformada en los últimos años para dar cabida a más habitaciones. Estas dependencias, según han relatado a este diario algunos inquilinos, son de dimensiones ínfimas en muchas ocasiones y carecen de las condiciones básicas de habitabilidad. Además, y pese a los requerimientos efectuados por el Ayuntamiento, el dueño de la casa, Agustín Sales, ha continuado alojando a huéspedes a lo largo de todo el invierno, tal y como él mismo confirmó hace unos meses a este diario. A su juicio, no hay motivo ni para derribar el edificio ni para imponer las sanciones anunciadas.