La concejala de Urbanismo, Elena López, destacó ayer que, con el nuevo planeamiento, casi la mitad del municipio es suelo rústico (49,2%, 523 hectáreas). El 47,2% es urbano (502 hectáreas), mientras que el 3,5% (37,2 hectáreas) es urbanizable. López explicó que el suelo urbano ya está desarrollado o en vía de ello, y que sólo queda el 3,5% del municipio (el suelo urbanizable) pendiente de construir.

La nueva versión del PGOU incorpora una nueva unidad de actuación (Can Rafal) para abrir una calle al principio del Camí Vell de Sant Mateu para dar salida a la calle Málaga.

También se prevé la reconversión del primer cinturón «en un bulevar de la ciudad» y la peatonalización de más calles de la zona de s'Eixample, aunque se concretarán con un plan de movilidad.

López explicó que para limitar el impacto del polígono 32 (Cas Mut), donde se ha construido una llamativa escalera en la montaña, «se han reducido alturas y volumetrías» en los edificios pendientes de construcción en este ámbito. También se prevé ordenar y resolver las carencias (faltas de salidas) de los polígonos industriales