Desde la consellera de Salud al presentador estrella de un canal de televisión mallorquín. Pocos quisieron perderse ayer la celebración del primer aniversario de la puesta en marcha del servicio de Radioterapia del hospital Can Misses. No faltaron los discursos, los agradecimientos, la (enésima) visita al búnker, el vino y la coca de pebreres. Como en los buenos tiempos. El desfile por el pasillo central del hospital recordaba a las antiguas inauguraciones oficiales.

Pacientes. Eso es lo único que faltó. Los responsables de Policlínica Miramar Juaneda habían abierto un hueco en las citas de la mañana para evitar que los enfermos y sus familiares se toparan con la festiva comparsa.

Por no faltar no faltó ni Albert Einstein. Una fotografía suya, de perfil y en blanco y negro, preside una de las salas de las instalaciones del servicio. La consellera balear de Salud, Patricia Gómez, curiosa, se interesó por todos los detalles de los tratamientos y la máquina nada más pisar la sala en la que se encuentra el acelerador lineal de partículas. El jefe del servicio, Berto Noé, y el radiofísico, Pedro Mateos, le explicaron, por ejemplo, que esa misma mañana se había estrenado un cinturón para tratar a pacientes con cáncer de pulmón o tumores cercanos a este órgano. «Comprime el abdomen y limita la respiración. Al no moverse el tumor, ayuda a que no haya toxicidades. Es un primer paso para técnicas más avanzadas en las que está previsto aplicar más dosis diaria y menos sesiones para aumentar la comodidad de los pacientes», detalló el radiofísico. «Ha sido casualidad que se estrenara hoy», añadió.