Una de las mayores rarezas del jardín de Vara de Rey es el drago. De los cuatro de s´Alamera, el más antigüo, cuyas ramas rechonchas se alzan escasamente hasta los tres metros -crece muy lento, un metro por década-, puede rondar el siglo de edad y debió llegar a la isla ya crecido. Es el más valioso, ya que por su forma y edad, puede rondar los 30.000 euros, según el coordinador de Jardines, Eric Escalona. La madera del ´Dracaena draco´ no tiene anillos, así que su edad se mide por las ramificaciones -que empiezan cuando alcanza los 30 años y se repiten cada 15 años-. El draco era un tótem para los guanches, su Árbol Padre, bajo cuyas ramas los chamanes sanaban a los heridos. Su savia, que se vuelve roja al contacto con el aire, se ha usado desde la antigüedad para tratar úlceras y hemorragias. También para limpiarse dientes y encías.