Maqad nació en 2008 de la mano de un grupo de mujeres «identificadas como iguales a través del fracaso y sufrimiento experimentado» en sus relaciones. Primero crearon un «grupo de autoayuda» y luego se constituyeron como una asociación «enfocada a la mujer».

Ocho años después, el colectivo -que tiene grupos presenciales en diferentes puntos de España y virtuales en distintas partes del mundo- quiere ampliar sus líneas de trabajo y para ello estudian «cambiar la denominación y los estatutos» de la asociación.

Aquí se enmarcaría el grupo creado para hombres, denominado Hombro con Hombro, y se podrían crear otras líneas, como una específica de adolescentes. «De hecho el Ayuntamiento de Sant Antoni ya nos ha pedido ayuda en este sentido y hay institutos que nos han solicitado talleres y ayuda para adolescentes», comenta. El objetivo, en todo caso, sería crear «grupos de iguales, de personas con las mismas inquietudes, problemas, que sin saber unos más que otros coinciden en común. ¿Iguales en qué? En edad, situación, padres separados... cualquier cosa», afirma la presidenta de Maqad, Susana Ripoll.