«Al principio, cuando estábamos allí, no nos gustaba ver tanto periodista y tanto fotógrafo, pero luego, hablando con ellos, nos explicaron que en realidad, cuando se publican fotos de gente ahogada, no se venden más periódicos ni se ven más los informativos, porque la gente prefiere evitar estas noticias y ver una película, por ejemplo», explican los dos socorristas. Con la difusión de esas imágenes lo que se consigue, sin embargo, es despertar la conciencia entre la población. De hecho, la propia ONG Proactiva Open Arms nació a raíz de una fotografía publicada en prensa que vio un ciudadano de a pie, dueño de una empresa. «Ahora vemos que los medios de comunicación juegan un papel fundamental», señalan ambos voluntarios mientras se preparan para regresar a la isla de Lesbos.