Si bien la cercosporiosis es actualmente la enfermedad que más preocupa a los cultivadores ibicencos, quizás sea más conocida la plaga del denominado cuc de garrova (Ectomyelois ceratoniae), que ha dado nombre popular a los habitantes de Sant Agustí y que se trata de una oruga que se nutre de la azucarada pulpa de las algarrobas. También las ratas pueden atacar a los árboles y comerse los garrovines, incluso aunque sean muy verdes, pero su incidencia es prácticamente anecdótica y ni el cuc de garrova ni las ratas suponen amenazas preocupantes para la producción. La cercosporiosis es hoy, asegura Jordi Serra, la principal preocupación de los productores, que amenaza con dar al traste con los avances logrados hasta ahora para potenciar el consumo de productos de la isla que tienen la algarroba como materia prima.

En la página web de la cooperativa de Sant Antoni (www.cooperativasantantoni.com) pueden descargarse recetas con algarrobas y una guía de la algarroba, con puntos de venta y restaurantes donde preparan platos con algarrobas de Ibiza y donde puede leerse: «Ibiza puede presumir hoy en día de disponer de harina y sirope de algarroba propios y de una incipiente y cada vez más numerosa red comercial de establecimientos donde comprar o consumir diferentes y exquisitos productos de algarroba de la isla».