—¿Por qué ha nombrado teniente de alcalde a Juan Daura, que se acaba de jubilar y ha dejado de militar en el PP, para que dirija la transición? ¿Lo ha hecho con ánimo de revancha contra el PP?

—No, no, no. Porque era el número 2 de la lista, al igual que a él le hubiera correspondido ser el alcalde [en sustitución de Jáuregui]. Con estas cosas soy bastante formal. Pensé que le correspondía a él. Siempre había sido teniente de alcalde. Había dimitido de ello hacía unos días. Es una situación provisional sin ninguna trascendencia ni hay un mensaje subliminal.

—¿No le parece una falta de respeto hacia los ciudadanos que se jubile y se mantenga en el Ayuntamiento en vez de ceder su puesto a otra persona que pueda seguir trabajando en el gobierno?

—Eso lo tienen que valorar los ciudadanos y no yo. No tengo que valorar lo que hacen los demás concejales.

—¿Ha hablado ya con Virginia Marí?

—No, aún no. Pero le deseo mucha suerte. Es una persona correcta y estoy segura de que le irá muy bien, y lo espero de verdad.

—¿Tras su baja del PP dejará la política o se plantea continuar en otro partido?

—No sé. No me lo he planteado. Es muy pronto. Me he ido porque pienso que la forma cómo se ha gestionado todo esto no ha sido la correcta.

—¿Su relación con el presidente, Vicent Serra, estaba rota a raíz del enfrentamiento institucional por el Cetis?

—No. La relación siempre ha sido buena. Nadie lo puede negar. Por eso digo que es injusto que ahora se publiquen mensajes de hace un año cuando la situación actual no tiene nada que ver con la de entonces. Habría que hacer una retrospectiva y explicar muchas cosas del partido, en las que no quiero entrar. Pero desde entonces la relación ha sido buena.

—¿Y la personal?

—La que ha habido siempre, que es correcta, de siempre.

—¿Por qué se aprobó conceder la Medalla de Oro al empresario Abel Matutes cuando este renunció a la misma por el revuelo que había causado?

—La propuesta partió del equipo de gobierno, por unanimidad. Él dijo que no. Nosotros pensamos que tiene la libertad de rechazarlo, pero nosotros de mantener la propuesta. No hubo ninguna discrepancia como en muchas otras cosas. La decisión fue por unanimidad [del gobierno].