El combate de descalificaciones que mantuvieron las dos últimas alcaldesas monopolizó el debate de las dimisiones, que se prolongó durante una hora y media. Los dos grupos de la izquierda y el concejal de EPIC quedaron en un segundo plano, con unas intervenciones que apenas duraron un minuto.

La portavoz de PSOE-Pacte, Lurdes Costa, lamentó que a situación a la que se ha llegado repercute «directamente sobre el funcionamiento del Ayuntamiento y los ciudadanos». Costa insistió en que, pese al cambio de alcaldesa, «el contador no se pone a cero». «Esta Corporación se constituyó en junio de 2011 y el PP es responsable y debe rendir cuentas desde ese día. Deben resolver cuanto antes esta interinidad», advirtió.

El concejal de ExC, Vicent Ferrer, criticó que el Consistorio acumule ya tres años de «desgobierno» y, a la vista del balance, aseguró que no cree que se pueda solucionar. «Los temas que afectan a la ciudad están aparcados. Las cosas empeorarán. Lo mejor que puede pasar es que se normalice la situación para que los ciudadanos sufran lo mínimo».

En este sentido, el concejal de EPIC, Antonio Villalonga, destacó que «lo único positivo» de esta nueva crisis es que el Ayuntamiento tiene «otra oportunidad para enderezar el rumbo sobre algunas cuestiones que están encalladas y que hace tiempo que deberían estar resueltas».