Las felaciones colectivas de Punta Ballena, en Magaluf, cuyas imágenes han supuesto la reacción de todo el sector turístico balear, no son delito. Tampoco otras prácticas similares. Lo dejaba claro ayer la delegada del Gobierno en Balears, Teresa Palmer. «Es reprobable, pero estos hechos no son constitutivos de delito, por desagradables que sean». Así lo dijo la persona responsable de los cuerpos de seguridad en las islas. Por ello, el Govern ya busca cómo castigar esas conductas. Una comisión técnica estudiará la forma de que puedan ser sancionadas, aunque ello pase incluso por cambios normativos.

De la primera reunión del Consejo Asesor de Turismo, constituido y convocado ayer de urgencia para dar una «respuesta contundente» al suceso, salieron dos líneas de actuación destacadas. La primera: la puesta en marcha de las ya anunciadas campañas informativas en Reino Unido. La segunda: la creación de una comisión o grupo reducido de trabajo -en comparación con el Consejo Asesor, compuesto por representantes de 36 instituciones y entidades- que tendrá como objetivo la propuesta y seguimiento de acciones contra los excesos que dañan la imagen de la comunidad como destino turístico.

Este grupo de trabajo será el encargado de estudiar qué medidas tomar. «Se trata de estudiar la figura del establecimiento público para saber qué herramientas legales podemos utilizar», explicó el conseller de Turismo, Jaime Martínez, tras la reunión. «Hablamos de actitudes no sancionables que el grupo de trabajo debe estudiar cómo pueden serlo», añadió, y eso puede pasar, como reconoció Martínez, por cambios normativos.

Mientras, «las medidas concretas están en la inspección, control y coordinación de las distintas administraciones», resumió el titular de Turismo, quien anunció un «incremento de las inspecciones» tanto en Punta Ballena como en otros destinos. De la ausencia de inspecciones de su departamento desde 2011 hasta esta semana en los locales de la zona, Martínez explicó que su conselleria daba respuesta a denuncias y que no había ninguna que no hubiera sido atendida.