Dos bomberos de Formentera, dos brigadistas del Institut Balear de la Natura (Ibanat) de esa isla y otros seis procedentes de Ibiza, así como un técnico de esa empresa pública balear, un agente de la dirección general de Emergencias y un agente de Medio Ambiente lucharon durante toda la noche del sábado contra el fuego en el islote de s´Espalmador. También colaboraron una decena de voluntarios que por sus propios medios llegaron a esas horas desde Formentera para ayudar en las tareas de extinción. Personal de Protección Civil se hizo cargo del avituallamiento de quienes se enfrentaron contra el fuego a oscuras, solo con el apoyo de la luz de sus frontales.

A bordo de la lancha de Salvamento Marítimo, a medianoche se trasladó desde Ibiza hasta s´Espalmador un contingente compuesto por nueve efectivos, entre miembros del Ibanat y de Medio Ambiente, para apoyar a los dos bomberos de Formentera y a los dos brigadas allí destinados. Arribaron a las 1.15 horas al islote, donde desembarcaron en la playa de la bahía de s´Algar con una zódiac de auxilio de Salvamento.

Según relata una de las personas que intervinieron durante toda la noche en la extinción, sobre la una de la madrugada «los bomberos de Formentera y los dos brigadistas del Ibanat de esa isla ya habían hecho un trabajo muy duro» que había permitido «confinar» el perímetro del fuego, «pese a los escasos medios con los que contaban». En concreto, solo habían contado desde que llegaron al islote con una motobomba que extraía agua de mar desde la playa de s´Alga. «Ellos sí que se batieron el cobre», afirma el testigo. Por ejemplo, y según el Consell de Formentera, abrieron con motosierras un paso para parar el avance del incendio. En cuanto los llegados desde Ibiza alcanzaron la cabeza de playa tendieron una segunda manguera desde la motobomba que trajeron consigo a bordo de la lancha de Salvamento.

Al llegar a s´Espalmador, los recién llegados desde Ibiza se encargaron, sobre todo, «del trabajo de remate y de asegurar el perímetro para que no se extendieran las llamas». Desde ese momento las labores de extinción consistieron «en trabajos manuales con herramientas con el fin de perimetrar el fuego», según detalla la fuente consultada. Entre otras herramientas, emplearon pulaskis (una hachazada de dos hojas), gorguis (una especie de escoba metálica muy versátil que raspa y corta), azadas y batefuegos (como palas con una plancha de goma y con mandos extensibles, con las que se golpea la zona quemada).

Mientras la lancha de Salvamento avanzaba desde Ibiza hacia s´Espalmador el resplandor del fuego era de tal magnitud que quienes iban a bordo temían encontrarse con un incendio feroz, pues observaban que poco a poco iba cogiendo fuerza y que además se desplazaba. «Nos esperábamos lo peor. Pero justo 10 minutos antes de llegar, bajó la intensidad. Había muchos puntos calientes a lo largo de esa zona, pero al menos las llamas ya no avanzaban». Fuentes de Medio Ambiente han asegurado que gracias a la intervención inicial de los dos bomberos de Formentera y a los dos brigadistas de esa isla, «que trabajaron con mucha intensidad al principio, se detuvo un incendio que al principio corría», es decir, cuyas llamas avanzaban rápidamente hacia otras zonas.

La expedición ibicenca no abandonó s´Espalmador hasta las 11.30 horas de la mañana, tras 10 horas de extenuante trabajo en unas condiciones muy penosas, en la oscuridad y en un entorno arenoso lleno de ramas y raíces en el que, ya en la madrugada, pudieron ver a las primeras víctimas del fuego, numerosas lagartijas endémicas.