El exprofesor universitario y miembro del Consejo Social de la Llengua catalana de Balears Isidor Marí ofreció ayer una conferencia titulada 'Nous formenterers: una societat intercultural', en la que reflexionó sobre la sociedad de Formentera del siglo XXI, en la que conviven 74 nacionalidades. La charla fue organizada por la Obra Cultural Balears (OCB) y presentada por el exalcalde y maestro, Isidor Torres, que se encargó de facilitar los datos de población más actuales.

Esas cifras se extraen de las estadísticas del pasado año del Instituto Nacional de Estadística, en donde se fija una población residente de 12.280 personas, de las cuales 4.268 son nacidas en Balears (34,7%), 4.284 son extranjeras (34,8%) y 3.728 son de otras comunidades autónomas (30,3%).

La población extranjera es, por poco, el colectivo más numeroso, y por nacionalidades los italianos son los primeros con 1.196 personas. Le siguen los alemanes con 537 ciudadanos, los marroquíes (432), rumanos (385) y argentinos (248).

Ante esta diversidad cultural y social se construye una sociedad compleja en la que se mezclan distintas culturas, formas de vida, lenguas y costumbres: «En Formentera se concentra el mayor grado de diversidad de Balears y a la vez la comunidad es la que más diversidad tiene del país», con un 22,2%, subrayó.

Pero más allá de las cifras Marí entiende que existe una necesidad especial «de poder trabajar y una coordinar a todos los sectores de la sociedad para construir, conjuntamente, un modelo de convivencia intercultural». Para este experto en esta radiografía social, conformada por distintos grupos humanos, «no se puede dejar que cada grupo haga su vida aparte ya que habría una fragmentación que, a la larga, puede ser muy negativa». Aquí destacó el significado de la palabra intercultural «que es imprescindible que haya actividades y relación entre unos y otros y que se pueda perfilar, conjuntamente, un proyecto común de futuro que respete la diversidad pero que también respete la realidad lingüística y cultural de Formentera».

Para lograr esos objetivos Marí señaló se debe poner en primer término una cuestión y es que Formentera dentro de las Balears y estas dentro del Estado «tienen derecho a exigir una aportación de recursos para atender a esta complejidad social, teniendo en cuenta que la solidaridad debe ser de ida y vuelta y no solo de ida, ya que las Balears son en proporción la región que más aporta a los presupuestos del Estado». Lo que derivaría en compartir competencias en esta materia.

De hecho, buena parte de su exposición se basa en la ponencia que le ha encargado el Consejo Social de la Llengua sobre «diversidad lingüística y cohesión social».

Una de las propuestas para avanzar en ese futuro, nace de una experiencia que desarrolló en Tarrasa: «La idea es preparar una exposición, con todos los colectivos, sobre el tema: ¿Quienes somos los formenterenses del siglo XXI?». «Se trataría que cada colectivo explicara como ha llegado, qué experiencia han vivido desde el lugar de origen hasta la isla y de qué forma han ido descubriendo a los formenterenses y estos a los que han llegado, para construir este respeto y convivencia intercultural en torno al centro que de la lengua y cultura propia de Formentera que tiene que tener asegurada su continuidad», concluyó.