Por tercer año consecutivo ayer empezó a funcionar el servicio de vigilancia y asesoramiento al fondeo de embarcaciones de recreo en aguas del Parque Natural de ses Salines de Ibiza y Formentera. Eso sí, este año ha comenzado con una semana de retraso sobre la fecha prevista, que era el 1 de junio, por razones administrativas. El objetivo es evitar que las tripulaciones echen el ancla sobre las praderas de posidonia ya que esta acción agrede severamente a esta planta marina protegida. De hecho, el fondeo sobre posidonia en aguas del Parque Natural está prohibido.

El Instituto Balear de la Natura (Ibanat) adjudicó esta tarea a la empresa Pitiusa de Ecología, que ya ofreció este servicio el año pasado. El contrato contempla mantener el operativo de vigilancia durante 122 días. Según la conselleria balear de Medio Ambiente el servicio se verá reforzado durante el verano con medios propios del Ibanat, que pondrá un vigilante marino más, que se suma a lo que ya había en el 2015, y una embarcación nueva, con un importe de 38.000 euros.

La fuerte presión que soporta el ámbito marino de la playa de ses Illetes en concreto pero que se extiende a toda la vertiente noroeste de Formentera «hace necesario llevar a cabo un nuevo esfuerzo de coordinación de los diferentes actores que actúan, como son los vigilantes del Parque, los de la Reserva Marina, los agentes de medio ambiente y la Guardia Civil del Mar», señala la conselleria balear.

La empresa encargada del servicio, Pitiusa de Ecología, cuenta con tres patrones y dos embarcaciones que salen cada día hasta el 30 de septiembre, que es cuando concluye el contrato. Cada embarcación cuenta con todo el equipo de comunicaciones necesario así como con la cartografía de la zona de vigilancia, que abarca desde la Torre de sa Gavina hasta s´illa des Porcs, al norte de s´Espalmador.

Estos días también han remitido cartas a todos los puertos deportivos para dar a conocer las normas que deben cumplir los barcos que decidan fondear en estas aguas. Esta es una labor divulgativa que se repite cada año cuando comienza la temporada.

Este año se ha producido un adelanto de la fecha de llegada de embarcaciones de recreo a aguas de Formentera. De hecho a finales del mes de abril varias embarcaciones ya fondearon sobre posidonia en es Caló de s´Oli. A finales de mayo y en esta primera semana de junio también se han detectado embarcaciones de grandes esloras fondeadas sobre la pradera, ya que el servicio de asesoramiento todavía no estaba operativo.

Los vigilantes informan e indican a los patrones cuál es el lugar adecuado para echar el ancha, y en caso de que les hagan caso omiso avisan a la Guardia Civil.