­La consellera de Turismo de Formentera, Alejandra Ferrer, estimó ayer que unas 200 casas de alquiler se acogerán al nuevo proceso de regularización de estancias turísticas que se ha puesto en marcha con la aprobación de la nueva Ley Turística de Balears y que culminará este verano una vez aprobado el reglamento que el Consell está consensuando con todas las partes implicadas.

La consellera reunió ayer a la Mesa de Ordenación Turística, formada por representantes de todos los partidos políticos, la Pimef, las agencias de viaje y las inmobiliarias para que realicen aportaciones al futuro reglamento. Entre otros aspectos, el borrador del texto incluye los requisitos que deberán reunir los alojamientos que se alquilan a turistas, una práctica muy extendida en la isla y que la nueva legislación quiere regular.

Ferrer detalló que las viviendas que podrán inscribirse deberán cumplir «con unos mínimos de calidad» y estarán sujetas al cumplimiento de unos criterios «obligatorios» y otros «opcionales». Los obligatorios se aplicarán en todos los casos con especial atención a la calidad, y los opcionales serán pluses que servirán para subir la puntuación, aunque deberán cumplirse en un 60%.

Inspecciones de la conselleria

El objetivo es la regulación de aquellas plazas turísticas que se comercializan en verano a través del alquiler de casas y que no cuentan con un contrato de arrendamiento urbano. La nueva ley contempla que en caso de no existir ese contrato se considerará que la vivienda se destina a usos turísticos y por lo tanto deberá ser regulada. Una vez aprobado el reglamento e iniciada la inscripción de estancias, la conselleria realizará inspecciones para comprobar las condiciones de cada alojamiento.

Algunos aspectos básicos que serán tenidos en cuenta son: conexión a internet, el equipamiento en la cocina con microondas y garantizar el servicio de cambio de sábanas, por lo menos, una vez a la semana, y el de toallas, dos veces por semana, así como la limpieza de la vivienda.

Las casas que quieran obtener la clasificación de estancias turísticas, según señala el artículo 52 de la ley, deberán ser «viviendas unifamiliares o emparejadas, dentro de la misma parcela, tanto si están ubicadas en suelo rústico como en urbano». Ferrer precisó que cuando se haya aprobado el reglamento se iniciará el periodo de inscripción, a lo largo del próximo verano, y se creará una comisión que se encargará de revisar «caso por caso» cada solicitud. Añadió que el reglamento será «flexible» y permitirá adaptar los criterios de calidad en función de la demanda.

Las acreditaciones que se otorgarán tendrán una vigencia de entre cuatro y seis años, y los propietarios podrán solicitar una prórroga sin mayores dificultades.

El canon anual, revisado

Durante la reunión de ayer se incorporaron propuestas de la CAEB, la Cámara de Comercio y la Asociación Hotelera. Entre otras, está la revisión del canon, que en principio iba a consistir en un pago único de unos 400 euros por casa. Así, se ha considerado «injusto» el criterio ya que la oferta de plazas de cada casa puede variar y la ley fija que como máximo tendrán seis habitaciones y 12 camas. Por ese motivo se está revisando ese canon fijo y se considera la aplicación de una tasa variable en función del número de camas por casa.

CALIDAD

Requisitos obligatorios y optativos

Las viviendas que se acojan a la regularización de estancias turísticas deberán cumplir con unos requisitos de calidad obligatorios y otros opcionales y ofrecer servicios turísticos como el cambio de sábanas, toallas y la limpieza periódica.