Javier Escandell dimitió el pasado mes de mayo como presidente del Ushuaïa Ibiza Voley, lo que provocó un auténtico terremoto en el club que estuvo a punto de llevarle a la desaparición. Sin embargo, la entidad consiguió enderezar el rumbo y seguir en Superliga masculina, aunque Escandell ha tenido que ponerse al frente para capear el temporal.

«No podía dejar al club en la estacada. Hay varios temas pendientes, sobre todo económicos, que tienen que solucionarse. Además, viendo que no había gente en condiciones para afrontar la presidencia con ciertas garantías, no tengo ningún inconveniente en seguir siendo oficialmente el máximo dirigente del club, por lo menos esta temporada», señala.

La dimisión en su momento de Escandell, que se hizo pública el pasado 16 de mayo, se debió al «agobio y al estrés» después de cinco temporadas en la máxima categoría y los problemas para cobrar el dinero de las instituciones -con una cantidad de cerca de 110.000 euros pendientes de cobro de la pasada temporada- le hizo arrojar la toalla. «Sin embargo, era un momento de o todo o nada y de vida o muerte para el club, por lo que me veo obligado a seguir en el cargo junto a la junta gestora, aunque espero que no por mucho tiempo», añade.

Nuevo proyecto

El máximo dirigente del Ushuaïa afirma estar «entusiasmado» con el equipo que se está formando esta temporada. «Me gusta mucho, porque se ha llevado a cabo una renovación total. Hemos fichado muy bien teniendo en cuenta el poco tiempo que teníamos -el club no se inscribió en Superliga hasta el 20 de julio- y, sobre todo, a gente joven y con proyección. Por el momento se han realizado nueve fichajes: Ángel Jiménez (Lugo), Gabriel Del Carmen (Náutico Boiro), Pedro Luiz Putini (Sigma Aversa), Joaquín Monteagudo (Cáceres), Toufik Mahdjoubi (Melilla), Arabisen Rodríguez (Unicaja), Luca Biliato (Vecindario), César Martín (Mediterráneo) y José Miguel Sugrañes (Lindemans Ast).