El Formentera demostró ayer en el municipal de Sant Francesc que no tiene techo. La escuadra que dirige Tito García Sanjuán se clasificó para la tercera ronda de la Copa del Rey eliminando al potente La Hoya Lorca en un partido agónico y emocionante, de los que crean afición y dejan huella en lo más profundo de los aficionados. Los locales sobrevivieron contra viento y marea en un duelo que perdían 0-2 y que necesitó de una prórroga y 26 penas máximas para decidirse. Carlos Larra marcó el penalti definitivo.

Una gesta que llevará directamente al Formentera al bombo del sorteo de los trentaidosavos de final que se disputarán el próximo 12 de octubre. La antesala de la ronda en la que entrarán en acción los equipos de Primera, la lotería que esperan todos los clubes modestos de España.

Pero no tuvo fácil el camino a la gloria la formación de la pitiusa menor. La primera parte fue un continuo quiero y no puedo formenterense. Lo probaron los locales, pero el Lorca respondió a sus intentos de llegar con peligro a la portería con dos tantos en dos minutos clave del partido.

Arrancaron los lorquinos demostrando todo su potencial desde el primer minuto, cuando llegaron por primera vez con peligro a la portería defendida por Marcos Contreras, que ya tuvo que lucirse en el minuto 3.

La acción más peligrosa del Formentera en el primer periodo la protagonizó Liñán (min.13), pero su testarazo se estrelló en el larguero. Una jugada que desperezó a los locales, que se sacudieron las telarañas para comenzar a inquietar a su rival. Pero sería el brócoli mecánico, el que asestaría el primer golpe al partido. Y fue un auténtico golazo. En el minuto 21, Albisua aprovechó que Contreras se encontraba fuera de su zona de confort para mandar un tremendo disparo que pilló a contrapié al guardameta y entró por la misma escuadra.

El primer gol llegó en el ecuador del primer tiempo, pero el segundo fue todavía más cruel. Un minuto antes de cumplirse el tiempo reglamentario, Mikel Fernández aprovechó un rechace en el área tras la salida de un córner para conseguir el 0-2 que reflejó el marcador antes del paso por los vestuarios.

El descanso revitalizó al Formentera, que comenzó a morder más y mejor, a correr más y mejor y a rematar más y mejor. El equipo de Iñaki Alonso fue incapaz de dar el golpe de gracia y lo acabó pagando caro.

Recortó distancias en el marcador el equipo pitiuso en el minuto 65, cuando el juez de línea decretó gol de Juan Antonio tras una jugada enmarañada en el área visitante. Lolo, uno de los héroes de la noche, fue el encargado de mandar el encuentro a la prórroga. Entró por Maikel y aprovechó su oportunidad enviando al fondo de las mallas con un testarazo en una jugada aislada.

El partido entró en una fase onírica, en la que el público empujó y los dos combatientes jugaron con sus propios miedos a ganar y a perder. En tablas finalizó una emocionante prórroga, en la que los calambres musculares atenazaron el juego, y el guión sirvió una tanda de penaltis épica.

El portero visitante detuvo los lanzamientos de Goku y Kiko, pero los lorquinos también mandaron dos fuera. La muerte súbita dejó la primera oportunidad en bandeja al Formentera: el guardameta Dorronsoro mandó el esférico fuera, pero detuvo en el siguiente lanzamiento el tiro de Contreras. Sin embargo, después de dos series sin fallos, el portero local volvió a entrar en acción. La gloria esperó a Larra, que no falló y selló la machada de su equipo.