El Ciudad de Ibiza empezó a escribir ayer su historia en categoría nacional con una apuradísima y trabajada victoria por 1-0 ante el Santa Catalina, en el que fue su primer partido oficial en Tercera División. Unas 250 personas acompañaron al equipo pitiuso en su debut, lo que no está nada mal si tenemos en cuenta que el choque se jugó a las 11.30 horas bajo un sol sofocante.

El partido figurará en las estadísticas del fútbol nacional, pero no será recordado por la calidad del mismo, ya que el encuentro fue bastante aburrido y se resolvió en el minuto 5, cuando Víctor Galera marcó de falta directa desde 30 metros. Fue su contribución personal a una fecha especial para el club recién ascendido.

El Ibiza salió a jugar con lo poco que tiene y con un banquillo minúsculo. Sin embargo, empezó dominando y el tanto tan tempranero de Galera le fue de maravilla para templar los nervios y jugar el fútbol de toque que pretende desarrollar esta temporada y que mejorará cuando lleguen los refuerzos prometidos.

Brian tuvo una clara ocasión para ampliar el marcador en el minuto 32, pero su remate se estrelló en el poste derecho. El Ciudad de Ibiza era claramente superior a un conjunto mallorquín que no dio señales de vida en la primera mitad.

En la reanudación cambió el escenario y el Santa Catalina dejó el miedo en la caseta, adelantó líneas y en el minuto 47 su jugador Castro falló una clara ocasión para establecer la igualada. El Ibiza, con más corazón que cabeza y piernas, pudo conseguir el 2-0 y sentenciar el partido, pero otra vez Brian no acertó en el remate. Fue en el minuto 55.

En la última media hora el Santa Catalina acertó con los cambios que hizo y se lanzó a por un empate, que no consiguió por la falta de puntería de Rubio, que tuvo dos oportunidades clarísimas para marcar (una de ellas rematando al larguero), pero las falló. En el minuto 86, el ibicenco Cardona también perdonó. Los últimos minutos fueron agobiantes para los pitiusos, pero al final la victoria se quedó en casa y los tres puntos darán fe y tranquilidad a un Ciudad de Ibiza que ilusionó en su estreno, pero al que le queda mucho por trabajar y mejorar.