El ya exentrenador de la Peña Deportiva, Mario Ormaechea, encajó con deportividad la no renovación de su contrato para seguir entrenando al conjunto peñista y lo primero que hizo fue decir que «no pasa nada». «Si no me quieren, pues nada, me voy. Esto es lo que hay. Me ha llamado el presidente y ya me ha dicho que no me renovarían porque tienen otros planes. Pues nada, adelante. Me irá bien para estar más con mi familia y también lo ganaré en salud», dijo el técnico catalán con una media sonrisa con la que se intuía que no estaba contento. «¿Dolido? Pues sí, un poco, la verdad, pero no se puede estar donde no te quieren. Los números que hemos conseguido en estas tres temporadas últimas todo el mundo los puede ver y que nadie olvide cómo estaba la Peña hace tres años. ¡En 132 partidos no hemos perdido dos seguidos! Estoy muy orgulloso de lo que he hecho con mis jugadores y con los técnicos que me han acompañado. También me gustaría dar las gracias a los aficionados el cariño que me han dado durante estos años. Jamás lo olvidaré. Les estoy a todos muy agradecido». Fueron las únicas palabras que atinó a decir anoche un Mario Ormaechea que no estaba contento y que tampoco estaba ni triste. Simplemente no estaba.