El Ibiza Club de Rugby se tomó ayer cumplida venganza del resbalón que sufrió en la primera vuelta en Calvià. El conjunto ibicenco encajó un doloroso 23-8 ante el Toro, marcador que debía voltear para contar con el average a favor ante un rival directo por la salvación. En Can Misses, los de Alexis Carbiá se emplearon a fondo para cumplir con la empresa, obteniendo un holgado 32-6 que les acerca un poco más a la salvación en su primer año en Primera Nacional.

El técnico uruguayo incitó a sus jugadores a salir en tromba ante los mallorquines. En el descanso, el Ibiza ya ganaba 11-3, merced al dominio de Iker Monge en la primera línea y a las tres conversiones anotadas por el capitán Santamaría.

La segunda mitad dio a luz a un conjunto vilero indomable que iba coleccionando ensayos en busca del punto de bonus. La recompensa llegó al apuntarse los ibicencos cuatro ensayos en un período en el que Rodrigo Belategui fue el jugador más destacado.

Objetivo: 30 puntos

Quedan cinco partidos por jugarse y Carbiá se marca como reto «llegar a los 30 puntos». Para el charrúa, esa cifra debería certificar la salvación, obsesión de una formación «a la que le ha costado mucho llegar a la ansiada categoría nacional».