El director deportivo del Palacio de Congresos de Ibiza, Víctor Torres, echa la vista atrás y recuerda los éxitos que ha conseguido su equipo en la campaña 2008-2009. Cuando sus ojos se paran en la realidad actual vislumbran un panorama opuesto a la temporada anterior, ya que el equipo ha acabado el año en puestos de descenso con tal sólo dos victorias en su casillero. Aún así, mantiene el optimismo de lograr la permanencia en la Liga Femenina.

—¿Con qué se queda del año que ahora acaba?

—Con la Copa de la Reina de Salamanca. Es uno de los momentos históricos que ha vivido la entidad junto con aquel tercer partido de Salamanca para meternos en la final de la Liga o el ascenso a la máxima categoría. Son momentos irrepetibles y muy emotivos.

—¿Se puede considerar la 2008-2009 como la mejor temporada en la historia del PDV?

—Sí, sin duda, porque estamos hablando de un equipo que casi se metió en una final y del éxito de la Copa de la Reina.

—¿Cuál es el sentimiento personal que le queda tras un año así?

—Ha sido como una noria. Estás arriba y a los pocos meses te ves que estás abajo. Esto es deporte y, a veces, las cosas salen rodadas, y otras, cuando crees que van mal, todavía se complican más.

—Hablando de la temporada actual. ¿Cuál era el planteamiento inicial para la confección de la plantilla?

—Ha habido muchas variaciones. En principio, cuando empezamos a planificar la plantilla no íbamos a jugar en Europa. Luego decidimos jugar competición europea porque permitía completar el presupuesto para poder salir en Liga Femenina. Empezamos fichando muy tarde porque no teníamos espónsor y no teníamos las ayudas. Debíamos completar una plantilla nueva, con cuerpo técnico nuevo y la idea era hacer un equipo para luchar por la permanencia. Eso hace que tengas que tomar muchos riesgos porque fichas tarde y tienes que arriesgar. La plantilla era la que comenzó la temporada.

—¿Y en qué se diferencia este equipo al de otros años?

—En que pudimos salvar los pilares de la plantilla. Siempre teníamos a Silvia y a Sancho. Un año metimos a Rasmussen y otro a Shannon Johnson. Ellas tres sostenían al resto del equipo. Con la reducción del presupuesto perdemos dos pilares fundamentales y sólo tenemos a uno. Esto hace que contemos con un equipo trabajador, pero sin esos referentes que marquen diferencias.

—¿No se renovó a Jordi Fernández por dinero o por algo más?

—Hemos tenido que reducir el presupuesto en plantilla y cuerpo técnico. Cuando estábamos hablando de la renovación apareció Salamanca y todos entendimos que Jordi aceptara la oferta porque es una plaza que todo entrenador desea. Ojalá pueda ser campeón de Liga porque se lo merece.

—¿Tiene las puertas del club abiertas por si pudiera volver?

—Por supuesto. Jordi es parte importantísima de la historia del club. Es un entrenador que ha marcado los mejores momentos de la historia del PDV.

—¿Qué motivó la elección de Jenaro Díaz?

—Los entrenadores de la Liga Femenina siempre son los mismos, no entra gente nueva y los que quedaban fuera llevaba tiempo sin entrenar; la gente joven era una apuesta, igual que podría ser la de un técnico del masculino y cuando aparece la oferta de Jenaro entendemos que puede aportar cosas. Además, coincidía con los puntos de vista que teníamos nosotros esta temporada.

—¿En qué cantidad se ha reducido el presupuesto del primer equipo respecto al curso pasado?

—Entre plantilla y cuerpo técnico unos 120.000 euros. Ahora con los cambios ha sido menos.

—¿Tanto ha afectado la reducción del presupuesto en el diseño de la actual plantilla?

—Ten en cuenta una cosa. Si hablas de 120.000 euros, eso son dos jugadoras de primerísimo nivel. Con ese dinero hubiéramos pujado por quedarnos con Sancho Lyttle, Silvia Morales y Jordi Fernández. —¿En qué fichajes cree que ha fallado?

—Personificar en una jugadora no es justo. Si echamos la vista atrás, la lesión de Sandra Pirsic nos ha condicionado mucho el principio de temporada. También hubiera cambiado alguna jugadora. Si hubiéramos tenido a Sandra y a Vanessa Ble desde principio de temporada las cosas hubieran cambiado. A toro pasado siempre te puedes plantear cosas. También si hubiéramos ganado a Vigo y en La Seu otro gallo cantaría.