El circo social abre las puertas a la isla blanca con actividades culturales, encuentros familiares, conciertos y numerosos espectáculos. La asociación sin ánimo de lucro Circolar inaugurará la carpa permanente, que sus miembros levantaron ayer en Cala Llonga, entre los días 4 y 10 del próximo mes de septiembre con el I Encuentro de Circo Social de Ibiza.

Esta primera cita nace con el propósito de crear un espacio que favorezca el desarrollo socio-cultural de la isla y recuperar su antiguo espíritu. Mayores y pequeños, así como los más desfavorecidos, podrán disfrutar de la magia del circo en una inauguración en la que no faltarán seminarios y pasacalles. «Los primeros días son más para frikis del circo, mientras que el fin de semana las actividades van más dirigidas a familias», recomienda Jonathan González, uno de los miembros de Circolar, «aunque desde el lunes hasta el domingo hay cosas para familias», asegura.

El lunes 4 de septiembre inaugurará la semana de bienvenida con el clown Eric de Bont y una pequeña presentación en es Diari. La jornada terminará con un espectáculo familiar de Clownidoscopio en el que sobrarán las palabras para contar con humor y poesía una historia que habla de los cambios en la vida. Los días martes, miércoles y jueves el plato fuerte consistirá en cuatro seminarios de 20 horas y que tienen un máximo de 18 plazas. «Nos gustaría que la mitad se cubra, para no ser demasiado pretenciosos», dice con ojos brillantes González. Aunque el fin de semana traerá los espectáculos más circenses. «El sábado haremos una gala, empezaremos con un pasacalles en Santa Eulària y acabaremos con un concierto en el Ayuntamiento y el domingo haremos una olimpiada malabar en la playa de Cala Llonga», explica el miembro de Circolar. «En cuanto a los espectáculos, queremos dirigirlos a un público más familiar, creemos que en Ibiza ya hay demasiado espectáculo, pero dirigido a otro público», argumenta.

La asociación ha organizado todo tipo de actividades relacionadas con el arte y que aplican a un ámbito más social. «Los malabares son una herramienta que nos abre camino para trabajar las emociones, para establecer un contacto, además también trabajamos con la psicomotricidad», expone González.

La carpa

La llamativa carpa de circo, que ya está instalada en un solar próximo a la playa de Cala Llonga, servirá de espacio cultural. El Ayuntamiento de Santa Eulària dio el visto bueno a este espacio donde se ha establecido el que servirá de centro para las artes circenses. Circolar persigue este proyecto desde hace más de año y medio, cuando empezaron con el primer 'Tejiendo un Sueño'. Es decir, con los primeros eventos que realizaron para recaudar fondos con el fin de crear un espacio cultural donde poder desvelar el potencial de las artes circenses y escénicas en todas sus áreas: artística, pedagógica, social y cultural.

«El proyecto va enfocado mucho a las clases, ya que nació desde allí, una actividad dirigida a los niños desde 4 a 12 años», explica González. «Lo que nos interesa es profundizar mucho en la pedagogía y traer aquí maestros y gente que esté en el mundillo del circo para compartir estas herramientas», añade.

González cuenta que Circolar realiza actividades a nivel grupal, individual y en parejas, pero que «se trata de una competición no competitiva», aclara. «Desde el circo valoramos mucho el fracaso y nos reímos mucho», asegura el miembro de la asociación. El circo social acoge a todo tipo de público y pretende eliminar las distinciones «todos somos distintos, cada persona es un mundo y cada uno tiene sus cosas», expresa González.