Dos grandes aportaciones al conocimiento de la Ibiza púnica se dieron a conocer ayer en el Coloquio Internacional sobre islas en el Mediterráneo fenicio-púnico organizado por el Museo de Puig des Molins y la Université Jean Jaurès de Toulouse (Francia). La primera consiste en el primer mapa de caminos y rutas que seguían los habitantes de la Ibiza cartaginesa (concretamente entre los siglos V y I aC), elaborado mediante una modelización informática que ha tomado como base los yacimientos arqueológicos de la isla y la topografía. La segunda novedad, resultado de una investigación del arqueólogo ibicenco Joan Ramon, consiste en que las colonias que Ibosim tenía en Mallorca, concretamente en los islotes de na Guardis y na Galera, tenían un uso religioso, más que comercial.

La investigadora de la Université de Toulouse Élodie Guillon ha empleado los datos arqueológicos existentes en Ibiza sobre este periodo para someterlos a un proceso informático que ha permitido tener una primera imagen global de qué caminos y rutas empleaban los pobladores púnicos para moverse por la isla, tanto por tierra como por el mar bordeando la costa.

Todos los caminos, hacia Vila

Todos los caminos, hacia Vila

Hoy dará a conocer, en la ponencia que pronunciará a partir de las once de la mañana, los primeros esquemas de circulación de la época púnica. Guillon anticipó a este diario que en una primera fase los diferentes enclaves habitados de la isla estaban conectados por una red de caminos que «enlazaban todos los lugares entre sí», sin que se apreciara un nudo concreto del que radiaran esas vías. «Pero cuando introdujeron la circulación por mar, esto cambió totalmente, y vemos cómo la antigua ciudad de Ibosim pasa a convertirse en el núcleo de todas las vías de circulación». «Los caminos ya no van por cualquier parte, sino que van desde cada sitio hacia la ciudad, y se ve que el objetivo es siempre ir lo más fácilmente posible a la ciudad de Ibiza», añadió Guillon, quien agregó que ello se observa tanto en las rutas por tierra como en las marítimas.

¿Cuáles eran los caminos que seguían los ibicencos del siglo V a I aC para ir a Vila? Al parecer, no diferían demasiado de los actuales. «Se observa que esos caminos se parecen a los que hay en los mapas del siglo XIX», indica la arqueóloga francesa, quien añadió que sigue trabajando en su modelización informática para ir perfilando estas rutas con mayor exactitud.

En todo caso, esos caminos parecían responder a la lógica: «Solían discurrir por los grandes valles, por lugares con la menor pendiente posible».

Pero, además, esos caminos por tierra firme se combinaban con el uso de líneas marítimas. «Por ejemplo, se iba en barco desde Ibiza hasta es Jondal, o bien desde Ibiza hasta Santa Eulària y desde allí hasta sa Cala de Sant Vicent». Una vez desembarcados en esos puntos costeros, se tomaban caminos por tierra. «Había una combinación de caminos por tierra y por mar para evitar al máximo la orografía», según Guillon.

¿Existía ya entonces una especie de 'carretera' entre Ibiza y Sant Antoni? Es una de las lagunas que permanecen sin ser aclaradas. «El problema es que de Sant Antoni apenas hay datos arqueológicos, porque se construyó mucho antes de que surgieran las leyes de protección del patrimonio», lamenta la arqueóloga.

El modelo empleado ha tenido en cuenta un total de 120 yacimientos arqueológicos de la isla y ha considerado una velocidad media de desplazamiento, andando, de cuatro kilómetros por hora.

Carlos Gómez Bellard, de la Universidad de Valencia, pronunció una ponencia sobre arqueología en las islas, mientras que Manuel Calvo, de la Universitat de les Illes Balears, habló sobre los contactos entre las comunidades baleáricas y feniciopúnicas en Mallorca, y Ana Margarida Arruda disertó sobre el mar fenicio. Nicolas Carayon, de la University of Southampton analizó el uso de islas e islotes en los sistemas portuarios fenicios y púnicos.