Cuando estaba en la facultad, tenía muy claro «que quería hacer algo sobre las Pitiüses o sobre el contacto entre las sociedades indígenas y la llegada de los colonos fenicios a estas islas», pero ha acabado estudiando el neolítico. Ante la imposibilidad de regresar a Siria, María Bofill aplica a restos de Cataluña y Balears la misma metodología de trabajo y de análisis que aprendió en Siria. En 2014, el Consell de Formentera le concedió una beca de investigación: «Planteé estudiar todo el utillaje doméstico elaborado en piedra (que abarcara no solo la molienda), revisar los materiales de excavaciones antiguas de Ca na Costa o Cap de Barbaria y analizarlos con la metodología que he aplicado en mi tesis doctoral», explica.

Cuando empezó a trabajar en Formentera, en Balears no había estudios relacionados con lo que ella investigaba: «Casi todo lo he de empezar de cero, no como en Próximo Oriente, que llevan muchos años trabajando y el volumen de información es mayor».