El asesinato, en 2002, de un traficante y mendigo que iba en silla de ruedas, apodado El Torete, a manos de otro camello de sa Penya es el hilo conductor de ´Sa Penya Blues´ (Balàfia Postals), el último libro publicado por la periodista y criminóloga Cristina Amanda Tur (CAT), que en realidad constituye una inmersión en el submundo que representa este barrio, eterno refugio de los clanes de la droga. El libro se presenta hoy a las 20.30 horas en el Club Diario de Ibiza y será presentado por el abogado José del Valle-Iturriaga.

«El crimen del minusválido», afirma CAT, «es en realidad el pretexto que utilizo para entrar a analizar lo que es sa Penya». En este volumen, la periodista disecciona el interior de un universo lúgubre, siniestro y sórdido que sobrevive a todos los intentos de recuperación de los sucesivos ayuntamientos. «También hablo de las operaciones policiales y del fracaso de todos los alcaldes en la consecución de este objetivo», añade.

El trabajo describe los diferentes clanes y familias de traficantes de droga que operan en este antiguo barrio de pescadores, y cuenta la historia de cada una de ellas. «Uno de los personajes históricos de estos clanes ha tenido a bien hablar conmigo para hacer un recorrido por lo que es sa Penya. Es la visión humana de los traficantes. Me ha ayudado a cambio de que diga que él está rehabilitándose», explica CAT.

«Boicotear» la recuperación

Bajo su punto de vista, «sa Penya tiene muchos problemas, pero el principal de todos ellos es la droga». Este factor es el culpable de que todos los intentos de rehabilitación se estrellen contra un muro de fracasos. «Estos clanes de la droga, estas familias, son las que no dejan recuperar sa Penya, no quieren que se rehabilite», afirma CAT, quien asegura que son estas personas las que «boicotean» el barrio, lanzando la basura que cada dos por tres se acumula en la playa de Baix sa Penya, e incluso causando destrozos en algunas viviendas.

¿Cuántas personas componen este colectivo de etnia gitana que impiden la recuperación de sa Penya? «Son cuatro clanes», afirma CAT, quien cree que cada uno de ellos se compone de un número indeterminado de personas, pero que en todo caso oscilan entre los cinco y los diez miembros.

«Los de siempre»

Son los «de siempre». Personas que desfilan una y otra vez por los calabozos y por el juzgado, multirreincidentes, que vuelven al tráfico de heroína tan pronto como quedan en libertad, a los pocos días de ser arrestados. La Rula, la Viuda o Álex Muñoz son algunos de los tristes protagonistas del libro de Cristina Amanda Tur. Son nombres habituales en la crónica de sucesos de toda una época.

Lo que más indigna a la periodista es «la impunidad» con que actúan estos clanes. «También están los acuerdos que alcanzan los abogados y los fiscales» para reducir las penas a los acusados. Esas conformidades «son una auténtica obscenidad», señala. Entre otras cosas, esos pactos, no tienen ningún sentido «porque esa gente no se rehabilita», opina.

«El caso de La Rula, por ejemplo, es paradigmático. En los años 90 iba encadenando condenas de cinco o seis años de prisión, pero no las cumplía. De hecho, ahora está en busca y captura, porque cuando estaba detenida y condenada, recurrió la sentencia y el juez, en vez de tenerla en prisión, la dejó libre», relata CAT.

La solución al problema, según afirma Cristina Amanda Tur, es en todo caso compleja. «Hay solución, pero supondría un gran coste político», afirma. Incluso en el supuesto de que se forzara la marcha de estos delincuentes de sa Penya, «irían a otro sitio, y el problema se trasladaría, pero no se eliminaría».

Prueba de ello, afirma, «es lo que ha sucedido en Cas Serres», un barrio que ha ido acogiendo parte de esos clanes, según asegura. «La degradación de Cas Serres empezó cuando se inauguraron las 100 viviendas de protección oficial de ese barrio», afirma. A raíz de ello, traficantes de sa Penya pasaron a instalarse en Cas Serres. «Ahora ya tienen allí un problema de tráfico de drogas», destaca.

´Sa Penya Blues´ es el primer libro que aborda el problema de este barrio de una forma global y desde varias perspectivas, pero siempre centradas en la marginalidad que caracteriza a esta zona.

Este libro forma parte de la misma colección iniciada con ´El hombre de paja´, dedicado al cuádruple crimen de Benimussa, en el que la autora desgranaba los pormenores y circunstancias que rodearon al macabro asesinato de una familia en Sant Josep por una cuestión relacionada con las drogas.