Unas 17.000 cajas que contienen restos arqueológicos -11.00o cajas de cerámicas y otras 6.000 de material óseo- hallados en excavaciones realizadas en las Pitiusas de las épocas fenico-púnica y romana se están trasladando desde mediados de diciembre a una nave industrial de mil metros cuadrados acondicionada para este uso que el Govern balear ha alquilado en el polígono de Ca na Palava de Santa Gertrudis.

Este importante patrimonio pitiuso estaba almacenado hasta la fecha en el interior del polvorín de Santa Gertrudis, un terreno que pasó a manos privadas en enero de 2014. Así, el Consell de Ibiza, bajo el gobierno de PSOE-ExC, adquirió estos terrenos en 2009 por 2,5 millones de euros pero cuando el PP ganó las elecciones decidió desembarazarse de estas instalaciones, que vendió por 2,9 millones a principios de 2014.

La venta dejó estupefacta a la dirección del Museu Arqueològic d´Ibiza i Formentera, encabezada entonces por Jordi Fernández, que aseguró haberse enterado de la transacción por los medios de comunicación. La respuesta que ofreció la entonces consellera de Cultura, Pepita Costa, es que el Govern no tenía en el momento de la venta un espacio adecuado para trasladar los restos. Todo eso se traduce en que durante dos años las 17.000 cajas son vestigios del patrimonio ibicenco han permanecido dentro de unas instalaciones privadas.

El director del Museu Arqueològic, Benjamí Costa, asegura que las piezas que contienen las cajas (cada una de un tamaño similar al de una de transporte de frutas) son «un patrimonio muy importante, crucial para la investigación», aunque matiza que entre ellas no hay elementos susceptibles de ser exhibidos, es decir, museizables, ya que son restos fragmentarios.

Situación «escandalosa»

El actual conseller de Cultura de Ibiza, David Ribas, se muestra muy satisfecho de la resolución a «una situación fruto de la negligencia del anterior Govern de las islas». Así, Ribas considera «escandaloso» ya no solo que «unas instalaciones que se compraron con fondos públicos se malvendiesen de cualquier forma de la noche al día a un particular» sino que se dejase allí «todo ese material arqueológico».

«Hemos contado con la gran suerte de la buena voluntad de los actuales propietarios, que han permitido el acceso en todo el momento», subraya Ribas, que asegura además que ha habido una «total sintonía» con la actual consellera balear de Cultura, Esperança Camps, y con el director general de Cultura, Jaume Gomila, para resolver este tema. «La buena noticia es que ya ha comenzado la resolución a esta situación anómala», subrayó David Ribas.

Así, el Govern adjudicó en septiembre de 2015 y por concurso el arrendamiento de un inmueble para dedicarlo a almacén del Museu Arqueològic d´Ibiza i Formentera.

La nave, según el BOIB, pertenece a la empresa Mayte Ramon S.L. Se alquila por un período de cinco años, desde octubre de 2015 a finales de septiembre de 2020, un contrato que «se podrá prorrogar tácitamente si ninguna de las dos partes firmantes hace un preaviso en sentido contrario con tres meses de antelación a que termine el contrato». La renta mensual es de 4.598 euros y el gasto total previsto para este alquiler es de 275.880 euros.

David Ribas ha trasmitido a Benjamí Costa su interés «en ayudar y mediar en todas las cuestiones en las que el Consell pueda echar una mano al museo», incluidos los problemas «crónicos» de falta de personal. «La voluntad del Govern es buena, aunque es difícil hacer nuevas contrataciones», recuerda.