Aunque reniega de la palabra intelectual, Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) es una figura clave de la cultura española contemporánea, por su labor como poeta, ensayista y como difusor de la cultura clásica. Investigador del CSIC, académico de la Real Academia de la Historia, editor, traductor... la lista de sus trabajos, entre los que se incluyen letras de canciones para la Orquesta Mondragón o Loquillo, es interminable. También ha desempeñado diferentes cargos públicos: fue director de la Biblioteca Nacional entre 1997 y 2000 y Secretario de Estado de Cultura entre 2000 y 2004, aunque no piensa volver a la política: «La política me enseñó mucha psicología, pero la psicología no es una ciencia que me interese especialmente», dice.

-Ha dedicado su conferencia en Ibiza a las ´Pervivencias mitológicas en la literatura actual´. Supongo que me dirá que la literatura contemporánea está completamente trufada de referencias clásicas.

-Está totalmente acribillada y creo que la tradición clásica está más viva que nunca. Pero como era un campo tan vasto lo quise restringir un poco. Primero di unas ideas generales y luego me centré en el mitologema de Hércules y uno de sus trabajos, la limpieza de los establos del rey Augias, que tiene su correlato en el libro de Friedrich Dürrenmatt ´Hércules y el establo de Augias´, que traté con cierto detenimiento.

-¿Y esa pervivencia de lo clásico se mantiene también en otras artes, como el cine o la música?

-En todo. En la publicidad, en las bellas artes, en la música... Lo importante es que hubo unos griegos que crearon un pensamiento y luego unos romanos que lo siguieron... Hay un antes y un después desde Grecia en nuestra cultura.

-Póngame un ejemplo actual, algo que haya visto hace poco.

-Puedo citar la película ´Troya´, aunque tiene ya unos años, que tuvo un éxito bárbaro. Brad Pitt hacía de Aquiles y se recuperaba su mito. Estaba muy bien hecha. Otra cosa es que fuera fiel al original, pero la traición también puede ser interesante. No se puede preservar la cultura clásica en naftalina. Está viva y puede interpretarse. La prueba de que los mitos están vivos es que son susceptibles de actualizarse. Son eternos.

-Supongo que como traductor de los clásicos sabe lo que dice cuando habla de traiciones y actualizaciones.

-La traducción es una gran responsabilidad. Se trata de actualizar los clásicos para todas las generaciones. Justo ahora acabo de entregar una edición crítica de dos obras de Eurípides desde una perspectiva actual.

-Llega a la isla después de presentar hace unas semanas el nuevo número de la veterana revista Litoral, que está dedicado completamente a usted ¿Cómo lo ha vivido?

-Con mucha ilusión. Ha sido como una fiesta de cumpleaños sorpresa, porque no sabía ni quién había colaborado. Incluso mi mujer y mi hijo han colaborado y no me habían dicho nada los muy truhanes. La pena es que por un problema informático no llegó la colaboración del actual Fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce, que escribió un texto muy bonito. Yo lo tengo encartado en la edición original.

-Hace poco en una entrevista en TVE hablaba de la necesidad de acercarse a la literatura, a la cultura en general, desde una actitud no intelectual, sino vital. Una búsqueda de la felicidad.

-Sin duda, lo que hay que buscar en la literatura, en la lectura, y también cuando te acercas a la música o a un cuadro, es la felicidad. Lo que buscamos en la cultura es una huida de este estrecho cerco de la vida tan complicada y tan breve. El arte es un refugio que nos hace olvidar.

-Como ex secretario de Estado de Cultura con Aznar, ¿cómo ha visto la subida del IVA cultural, tan criticada por los creadores?

-Creo que ha hecho mucho daño en algunas parcelas de la cultura, como el teatro, que ha quedado maltrecho. Este tipo de medidas no son del agrado ni siquiera de quien las toma, pero espero que con los números macroeconómicos que tenemos ahora haya una disminución del IVA. He oído a los políticos y espero que sea una medida temporal.

-¿Se ha acabado con la cultura de la subvención?

-La cultura de la subvención ha tenido una muerte natural. No ha hecho falta asesinarla porque no hay dinero. Pero creo que sí que es necesario que el dinero público apoye parcelas de la creatividad como el cine, el teatro o la edición. Habrá que replantearla en el futuro, aunque creo que nunca volveremos a tener una situación como la de hace unos años.

-¿Tenemos que aprender a hacer más con menos?

-Al menos a hacer lo mismo, pero de otra manera. Lo que pasa es que la sociedad civil en España no tiene esa cultura del apoyo privado a la cultura. Hay que modificar la tendencia. De todas formas, creo que la cultura española vive un momento muy creativo, con grandes creadores en todos los campos. En el barroco España estaba en bancarrota y su cultura asombraba al mundo. Quizá ahora no tengamos esa Edad de Oro, pero sí una Edad de Plata que sigue a la que vivimos desde la Generación del 27.

-En los últimos años hemos visto cómo Internet ha hecho caer los espectadores de los cines, los lectores de prensa e incluso el número de visitantes a la Biblioteca Nacional, de la que usted fue director...

-El número de visitantes a la Biblioteca Nacional ha caído desde que yo la dirigía y es natural por la digitalización, pero creo que es positiva la posibilidad de que los usuarios puedan hacer consultas desde su casa. Como decía antes con la cultura griega, también hay un antes y un después de Internet.

-¿Llegaremos a ver la muerte del papel?

-Si el papel muere espero que sea cuando yo ya no pueda verlo, como bibliópata no me imagino leyendo en otro soporte que no sea el papel.

-Usted ha sido un duro crítico contra la Logse ¿Qué le parece la Lomce del ministro Wert?

-La Lomce es bastante mejor que las leyes anteriores, aunque se podía haber hecho más en el campo de las humanidades. Es necesario que haya historia del arte para todos y filosofía para todos y latín para todos y griego para más alumnos. La función de las humanidades es vital ya seas ingeniero, abogado, empresario o filósofo...

-En 2012 publicó la última parte de su antología poética ´Los mundos y los días´, ¿en qué trabaja ahora?

-Me he quedado vacío, porque acabo de entregar dos libros, la edición crítica de ´Las fenicias´ y ´El cíclope´ de Eurípides de la que hablaba antes, y un nuevo libro de versos. Se llama ´Cuaderno de vacaciones´, con 85 poemas nuevos, y saldrá en los primeros meses de 2014. Espero que esté para poder firmarlo en la próxima Feria del Libro.