Viendo los motivos que os llevan a estar fuera de las aulas, sólo os puedo decir que gracias por luchar por y para vuestros alumnos. Que no se me olvide, mis hijos. Me siento muy orgullosa de que estéis al frente de la educación de mis hijos. Me gustaría daros las gracias por ser tan revolucionarios y pedir que, mis hijos estén atendidos y puedan seguir su ritmo en clase cuando por desgracia estáis enfermos, y no tengan que esperar un mes a poder tener una educación normalizada.

También, daros las gracias por pedir que mi hija con problemas educativos pueda tener la atención individualizada que necesita y su maestra/o de apoyo pueda desarrollar su labor diaria, sin que se vea alterada por continuas substituciones a compañeros.

Cómo no daros las gracias por luchar por una educación pública. Me explico, que le llegue la partida presupuestaria al centro cuando toca. Recursos de vital importancia a los centros: pueden ser los maestros que necesitan desde el primer dia de septiembre y no que llegue la persona sustituta el mismo dia que llegan los alumnos al colegio.

Podría seguir agradeciéndoos esa sonrisa cómplice con vuestros alumnos, esa salida didáctica para que mis hijos aprendan desde la experiencia. Recuerdo la cara risueña de mis pequeños cuando van al cole con normalidad y se despiden de mí a la puerta del colegio, sabiendo que, cuando vuelva a recogerlos habrán aprendido algo nuevo...

Por todo esto y por vuestra vocación, gracias. Y seguid en la lucha, no bajéis las manos ante la tiranía, ante la imposición. Que la marea verde no deje de sonar por las calles.

¡Gracias maestros y ánimo!